Pasión por el freestyle

La tensión, la adrenalina y la diversión se convirtieron en las principales protagonistas en el Freestyle Zombies Resurrection, un evento que reunió ayer a 4.000 espectadores en un Barris Nord que por una tarde estuvo inundado del ruido de las motos y olor a gasolina. Además de disfrutar de los mejores trucos de los freestylers, el público se entregó a los malabares del grupo de bikers, un quad y al ritmo de la música y bailarines con el fuego como eje principal.

La cantante Éphona se encargó de inaugurar el espectáculo, descendiendo desde el techo del pabellón del Barris Nord sentada sobre un círculo y entonando la letra de Zombie, la famosa canción de los irlandeses The Cranberries. Estuvo acompañada a pie de pista por el gran espectáculo de fuego de las Psycho Dolls polacas y por miembros de Down Lleida, que debutaron como actores para dar paso a los pilotos participantes: Edgar Torronteras, Kai Haase, Davide Rossi, Alex Porsing, Marc Pinyol, Rocky Florensa y Antonio Navas. Después de sus primeros trucos sobre la pista, los bikers de BMX tomaron el relevo para una de las competiciones de la tarde, el salto de altura. Andreu Lacondeguy, Bienvenido Aguado, Diego Solans, Aleix Planella, el austriaco Dan Miller y Arkaitz Armendariz se atrevieron primero con los seis metros, después con los ocho y solo Aguado pudo saltar los 8,5.

Los bikers recibieron la primera ovación de un público que después se entregó al concurso del mejor loop por parte de los freestylers. Una primera criba dejó en concurso a tres pilotos, entre los que el público eligió a su vencedor. El piloto leridano Florensa estuvo cerca de arrebatar la corona, por unos pocos decibelios, al favorito del Barris Nord, Edgar Torronteras.

Sesión de saltos de bikers y el famoso tren de los freestylers, en el que los pilotos efectúan sus trucos uno detrás de otro, para dar paso a otro de los protagonistas de la tarde, Ales Rozman. El polaco, en un espectáculo inédito en Lleida, firmó hasta tres back flips con un quad. Todo el evento estuvo amenizado por la música de Dual DM Records y tuvo un ritmo mucho más dinámico y divertido que el del año pasado, en el que hubo demasiadas proyecciones sobre la pantalla del Barris Nord. Esta vez, la doble rampa obligó a los espectadores a estar muy atentos a la pista, ya que el Zombies Resurrection no defraudó como uno de los mejores espectáculos deportivos del año, una tradición para los amantes del motor.