Inofensivos

La buena imagen que dejó el ICG Lleida en Palma y ante el Breogán no tuvo continuidad ayer en su derrota frente al Ourense (64-49), en un partido en el que los de Gustavo Aranzana fueron de más a menos. El equipo fue perdiendo fuelle a medida que pasaban los minutos y acabó encajando una nueva derrota, la duodécima de la temporada, aunque cierra la primera vuelta fuera del descenso gracias a su mejor average general con respecto al Oviedo.

Horrorosa puesta en escena de los leridanos, que encajaron un 8-0 de salida y Aranzana no tuvo más remedio que solicitar su primer tiempo muerto cuando apenas se superaban los tres minutos. Llamada al orden y dos triples consecutivos de Chapela y Santa Ana. El ICG Lleida se encontraba cómodo en la línea exterior. Feliu y Stutz también acertaron en su primer intento y la igualada regresó al marcador (12-12). Sin embargo, el Ourense demostró que también sabía jugar a esto y Pluta se estrenó con el primer triple local. El primer recambio para los leridanos fue Sans, que entró por Santa Ana para defender mejor al polaco, mientras Stutz mantuvo a su equipo pegado a los gallegos. Suya fue la última canasta del primer cuarto, que terminó con un ajustado 20-19.

El Ourense secó por completo al Força Lleida, que solo anotó 18 puntos durante la segunda mitad

Una antideportiva de Serrano dio la primera ventaja del ICG Lleida, en un segundo cuarto de intercambio de golpes. No había un claro dominador y los jugadores de Aranzana se mantuvieron por delante hasta el 26-27 de Chapela. El acierto de Wood desde la línea exterior hizo que los gallegos tomaran aire, con un parcial de 5-0, con un rival al que le costaba horrores crear espacios en la pintura. Con el 33-29 entró Diene, ya que tanto Mbaye como Shaquille ya llevaban dos faltas. Chapela, el mejor de la primera mitad junto a Stutz (12 puntos), recortó diferencias, pero Wood estableció el 36-31 con el que se alcanzó el tiempo de descanso. La actuación arbitral no gustaba nada al público local, uno de los más críticos de la categoría, que despidió al trío con una sonora pitada, aunque no estaban influyendo en nada.

Chapela y Santa Ana acercaron de nuevo a los suyos en el inicio de la segunda mitad, pero la tercera de Shaquille y un triple de Van Wijk comenzaron a allanar el camino a los gallegos. Después de un nuevo lanzamiento exterior de Pluta, el Ourense alcanzó la diferencia de 8 puntos del inicio del partido (44-36), aunque Stutz respondió con su calidad y con dos triples que silenciaron por un momento el Paco Paz. Pero tras otro triple de Van Wijk y una canasta sin oposición de Figueras, Gustavo Aranzana no tuvo más remedio que pedir tiempo. Faltaban 2:28 para el final del tercer cuarto y el marcador era de 51-42. El partido estaba en peligro. Errores y más errores, por ambas partes, que desembocaron en que el marcador ya no se moviera y el ICG Lleida afrontara los últimos diez minutos con una desventaja de 9 puntos. Muy complicado, pero no imposible.

Dos despistes en defensa costaron los primeros puntos a un ICG Lleida que se vio con una desventaja de 13 puntos. Aranzana se desesperaba en la banda y los suyos reaccionaron gracias a Sierra y Mbaye. Pero a Shaquille se le cruzaron los cables con su cuarta personal, le señalaron técnica y volvió el desbarajuste. Cinco puntos consecutivos de Wood para el 59-46 y nuevo tiempo muerto de Aranzana a falta de 5:40. Aún más difícil, por no decir imposible. Solo dos minutos más tarde el técnico tuvo que agotar sus pausas, ya que no había manera de ordenar a sus jugadores, en ataque y en defensa, y ya estaban perdiendo de 15 puntos a falta de 3:14 para el final. Aranzana incluso dio entrada a Lafuente, inédito hasta entonces. El tiempo fue corriendo y de la lucha por la victoria se pasó al trabajo por no acabar con un mal average de cara al partido de la segunda vuelta. Wood certificó la victoria de los gallegos y una nueva derrota del ICG Lleida, que cierra la primera vuelta con solo cinco victorias pero fuera del descenso, una mera anécdota.