En racha positiva

Dos goles de Eder Díez, en su segundo doblete como jugador del Lleida, dieron al Esportiu su segunda victoria consecutiva en el 2020 y en el Camp d’Esports (2-1). El triunfo permite a los de Molo remontar posiciones en la tabla, aunque la jornada no se completará hasta el miércoles, y recuperar buenas sensaciones tras un partido disputado con mucho frío y con niebla y escasa asistencia de espectadores –cabría preguntarse por qué se programó este partido solapándose con la final de la Supercopa y con suerte, ya que no la disputó el FC Barcelona, lo que hubiese reducido aún más la presencia de público–. El Lleida ganó con justicia ante un rival que inquietó poco a Pau Torres aunque se le hicieron eternos los últimos minutos, sobre todo los cinco que decretó de prolongación el colegiado, muy protestado por el público, a raíz de que el filial “ché” recortase distancias con un golazo de Guerrero.

El primer tiempo el Lleida, aunque llevó el control del partido, tuvo demasiadas imprecisiones en el pase para crear peligro, pese a que Molo arriesgó, cada vez que tenía el balón en su poder, jugando con una línea de tres centrales –César, Trilles y Adri Leon– y adelantando a las bandas a José Ruiz y Joan Oriol. Estos tampoco aprovecharon los pasillos que les ofrecían los jóvenes jugadores valencianos que, al igual que ocurriera en la primera vuelta, se mostraron muy tiernos en defensa.

De hecho, el primer gol de Eder Díez llegó en el primer remate serio entre los tres palos de los leridanos. Un centro desde la banda derecha ante el que el delantero se anticipó a los centrales visitantes para batir a Rivero. Eder, que chocó con un defensor, acabó conmocionado y atentido en la banda por las asistencias. El gol fue lo más destacado del primer tiempo, ya que el Lleida unicamente pisó área en una excelente pared al primer toque entre Eder y Abel Molinero (15’) que desbarató el portero rival lanzándose a los pies del delantero, y en un inocente remate de Liberto (25’) que no creó mayores problemas.

El Valencia, ni eso, únicamente tuvo un remate flojo de Pascu (6’) y otro desviado de Carlos González, el más activo de los puntas valencianistas, en el primer minuto de los dos de añadido que decreto el colegiado aragonés De Ena Wolf. Los primeros veinte minutos de la reanudación fueron los mejores del Lleida, aprovechándose de que funcionó a la perfección la dupla, hasta entonces apagada, Joan Oriol-Liberto. Una excelente jugada del extremo puso el balón en la cabeza de Eder, que sirvió el gol en bandeja a Abel Molinero (48’) desmarcado en el punto de penalti pero este, de manera incomprensible, envió el remate a las nubes. El 2-0 llegó por la banda izquierda con un centro de Fernando Cano que aprovechó, con picardía, Eder (62’) para mandar la pelota lejos del alcance de Rivero.

El partido parecía completamente sentenciado porque el Valencia no reaccionaba, salvo en un remate de Carlos González (65’) que se fue por encima del larguero. El Lleida, que ya había vuelto a la defensa de cuatro, se tomó unos minutos de descanso –tan solo José Ruiz, a quince minutos para el final, lo intentó tambien de manera desviada– y acabó encajando el gol visitante. Una pérdida de balón de los locales en ataque, que no cubrieron bien, permitió una rápida contra del Valencia Mestalla que culminó Guerrero (2-1, 76’) con un trallazo desde fuera del área que entró por toda la escuadra. Al Lleida le entraron todos los miedos y lo basó todo en una defensa a ultranza con balones largos a Liberto buscando faltas y centros laterales. El árbitro no estuvo por la labor y los cinco minutos de añadido se le hicieron eternos al Lleida, aunque al final pudo respirar tranquilo. Dos de dos en 2020.