RAIDS DAKAR
Jaume Betriu: «Espero repetir»
Jaume Betriu. El piloto de Coll de Nargó, mejor debutante del Dakar 2020, dice que no esperaba acabar en la decimocuarta posición y reconoce que, tras el fatal fallecimiento del luso Paulo Gonçalves, “todos teníamos mucho miedo”
Ha completado su primer Dakar en la decimocuarta posición. ¿Se lo esperaba?
El objetivo era acabar y aprender, y creo que ha salido muy bien. He aprendido mucho y poco a poco fui mejorando mi posición hasta colocarme en el Top15, que no me esperaba en absoluto. Es una carrera muy larga y nunca sabes lo que puede pasar. Solo había participado en una carrera en el desierto este año y no había ni la mitad de los pilotos que han participado en este Dakar. Además, tenía que cambiar el chip, del enduro al raid, que es muy diferente, pero sabía que poco a poco iría avanzando posiciones. Los primeros días hubo mucho polvo y no se podía arriesgar, correr con polvo es muy peligroso, y creo que la estrategia de tomármelo con calma al principio, ser muy regular y saber cuándo correr y cuándo ser prudente me ha hecho acabar en esta gran posición.
Al margen de la posición, ¿qué ha sido lo mejor de este Dakar?
En la primera semana de competición disfruté y aprendí muchísimo. Tenía gente allí, como Laia (Sanz), que me dieron consejos muy buenos y los supe aplicar perfectamente.
¿Y lo peor?
Es un deporte muy peligroso y el accidente de Paulo (Gonçalves) es lo peor que nos llevamos de este Dakar. Ojalá cambien mucho las cosas en las próximas ediciones porque la segunda semana no nos gustó a nadie, todos teníamos mucho miedo y es la parte difícil de este deporte.
¿Cómo vivió la etapa en la que falleció Paulo Gonçalves?
Todos pasamos por el punto del accidente y ya pensamos lo peor, porque Paulo salía con unos 20 minutos de ventaja. Al pasar por allí, la situación y la cara de Toby (Price, que fue el primero en auxiliarlo) ya vimos que la cosa pintaba mal. Lo estaban reanimando en ese momento. El resto de la etapa fue muy difícil de sobrellevar.
¿Qué se le pasa por la cabeza en ese momento?
Se te vienen muchas cosas a la cabeza, pero lo único en lo que piensas realmente es en acabar la etapa como sea. A veces no te acuerdas ni lo que piensas porque no eres consciente realmente. Se te pasa por la cabeza qué haces allí, pero retirarme no, pero no tienes ganas de correr en moto. Al final somos profesionales y tenemos que tirar adelante sea como sea. Sabemos que uno o dos días después tendremos que volver a subir a la moto. Cómo lo haces no lo sabes, pero intentas superarlo como puedes. Sabemos el riesgo que entraña y cada uno lo gestiona como puede.
¿Ha pasado por algún momento crítico durante la prueba?
Problemas mecánicos no he tenido, pero sí que es verdad que en algún momento pasas miedo. A veces te llevas algún susto. Hubo una etapa en la que estuvimos a punto de quedarnos sin gasolina a 20 kilómetros de llegar al punto de repostaje y en ese momento lo pasas mal, porque no sabes si llegarás o no, y si no lo haces perderás mucho tiempo. En esos momentos no es muy divertido, lo pasas mal.
Teniendo en cuenta lo que sabía del Dakar y lo que le habían explicado, ¿le ha sorprendido algo de este primer Dakar en Arabia Saudí?
Los otros años en Sudamérica había un gran ambiente, con mucha afición, pero este año ha sido muy frío ya desde un principio. La primera semana fue un Dakar bonito, muy variado, con pistas, dunas, y la segunda parte ya fue más física, más técnica y rápida.
¿Tuvo que auxiliar a alguien durante la carrera?
Me paré un par de veces a ayudar a unos compañeros que tenían una avería. Siempre te encuentras con alguien que ha tenido una caída o una avería, entonces paras y preguntas si necesita ayuda, y si no, sigues tú camino. La solidaridad es una de las partes importantes de esta carrera.
Contar con la experiencia de Laia Sanz ha sido importante.
Está claro que ha sido una pieza clave e importantísima, porque te brinda su experiencia. Ha completado su décimo Dakar y todos los consejos que me dio me han ido fantásticamente. Ha sido de una gran ayuda.
El hecho de que sea su pareja también añade un grado de intranquilidad.
Es una dificultad añadida correr los dos juntos. Cuando uno llegaba al final de una etapa siempre esperaba a que el otro llegase bien, y en esos momentos, hasta que no llega, los nervios estaban a flor de piel.
¿Repetirá el año que viene?
Espero que sí. Me gustaría repetir porque ha sido una experiencia positiva.