Zarpazo para seguir soñando

Tras el partido, Roger Lamesa mostró su alegría con el triunfo: “Era un rival directo, uno de los favoritos y, aunque en la segunda parte hemos cedido metros, el equipo se ha encontrado muy cómodo”, afirmó el técnico, recordando que, junto al triunfo en casa en la primera vuelta, “son dos victorias sufridas pero con solvencia ante uno de los favoritos, exprimera y subcampeón de Copa”. Sobre el balón parado, determinante ayer, dijo que es “clave en partidos así” y añadió, sobre la actuación de Noèlia, que “nos ha mantenido en el partido”.

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palma

El Pardinyes cayó en Son Malferit ante el Atlético Baleares, que salió beneficiado de una acción polémica que supuso el 1-0 y que condicionó el resto del partido. Las de Aarón Granados tenían la oportunidad de superar a las isleñas en la tabla, pero no tuvieron éxito.

Tras contener el arreón inicial local, el Pardinyes consiguió nivelar el juego e irse al descanso con tablas. A los veinte minutos del segundo tiempo, la colegiada sancionó una falta en contra de las leridanas pero la situó donde cayó la jugadora rival y no en el lugar de la infracción, unos metros atrás. El gol descentró al Pardinyes, que aunque tuvo ocasiones que desbarató una lucida Ariadna, no pudo remontar el vuelo y acabó encajando el segundo en los instantes finales.

villanueva de gállego

El ilusionante viaje del AEM hizo ayer una parada en Zaragoza y salió disparado a velocidad de bólido hacia la siguiente. En contra de todo pronóstico por la entidad del contrario, la dificultad del campo y las cifras leridanas a domicilio, las de Roger Lamesa firmaron una brillante victoria ante un rival directo, labrada minuto a minuto y planificada al milímetro con dos goles de pura pizarra.

Hacía tres meses que las azules no ganaban lejos del Recasens y justo es su segunda victoria fuera. Por eso supo mejor. Primero golpeó Iris y, a poco del descanso, Hisui reapareció para ampliar una ventaja que el AEM mantuvo hasta el final y que solo Maddy, pichichi de la Liga, pudo maquillar ya avanzado el tiempo añadido.

Las leridanas contuvieron el intenso acoso inicial aragonés y, poco a poco, fueron ganando terreno para inaugurar el marcador al cuarto de hora de juego. Hacía tres jornadas que no se adelantaban y fuera de casa lo habían hecho por última vez en la jornada 5 ante el Sporting, precisamente en su único triunfo, hasta ayer, a domicilio. Con precisión quirúrgica, Barreira colgaba al área una falta lejana que, tras una asistencia de Pixu de cabeza, Iris cabeceaba a la red (0-1).

Las azules, acostumbradas a remar contra corriente, gestionaron bien su renta y, tras un par de tiros de Ali y Maddy, la ampliaron. De nuevo Barreira, en otra jugada de estrategia magistral enviaba un córner desde la izquierda para que Hisui, como ya hiciera ante el Oviedo, rematara de espaldas a la red (0-2). Dos golpes que se imponían al dominio zonal y de posesión local.

Tras el descanso, las aragonesas, sin mucho que perder, trataron de sorprender al AEM llegando con peligro y mandando Sanau un balón al larguero. Su ímpetu fue decayendo pasados los primeros diez minutos, aunque siguieron teniendo ocasiones pese al férreo entramado defensivo leridano.

Pero ahí apareció Noèlia para dar una clase magistral bajo los palos. Más allá de las intervenciones durante todo el choque, fue determinante repeliendo un disparo de Ali que se dirigía a la escuadra. Era el minuto 75 y podría haber cambiado el signo del encuentro. Fue una recta final en la que el AEM acabó gozando del dominio del esférico y preservando su ventaja, puesto que el gol local, en el tiempo añadido, no dejó tiempo para un cambio de guión que estuvo lejos de producirse.

El AEM se había conjurado para revertir en la segunda vuelta su única laguna de la primera: los resultados fuera de casa. Era un propósito para el 2020 que no podría haber empezado mejor y que, más que tres puntos, suponen una promesa: que las leridanas seguirán luchando para aspirar a todo.

Explicaba Roger Lamesa en la previa que, para sacar algo positivo ayer, el equipo tenía que incomodar las transiciones del Zaragoza y hacer algún arañazo al contragolpe. A rajatabla lo cumplió el AEM, pero en vez de un arañazo dio un auténtico zarpazo. Que le reengancha arriba y le empuja a seguir soñando con el ascenso.