Tsunoda, bronce en el Grand Prix

Ai Tsunoda continúa batiendo récords de precocidad en el mundo del judo. Casi dos meses después de proclamarse, con solo 17 años, campeona de España absoluta en la categoría de -70 kg, la leridana confirmó ayer su gran progresión consiguiendo su primera medalla internacional en categoría absoluta. Fue en el Grand Prix que se está disputando esta semana en Tel Aviv, donde demostró que, a pesar de su corta edad, ya es una de las mejores judokas españolas y firme candidata a estar en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.

Ai Tsunoda, nacida en Lleida de padre japonés y madre francesa, ya dejó constancia de su nivel en la primera ronda de la competición. En frente tenía a la sueca Anna Bernholm, medalla de bronce en el Campeonato de Europa la temporada pasada. La leridana, perteneciente al Dojo Lleida que gestionan sus padres, no sufrió en ningún momento. Después les tocó el turno a la coreana You Jeong Kwon y a la eslovena Anka Pogacnik, que sucumbieron ante el poder de Tsunoda, que demostró una madurez y un saber estar impropias de su edad.

En semifinales cayó frente a la británica Sally Conway, bronce mundial y olímpico, una derrota que le llevó a disputar la medalla de bronce frente a uzbeca Gulnoza Matniyazova, un combate en el que la leridana desplegó un espectacular judo que le permitió llevarse finalmente la presea con un uchi-mata muy efectivo.

Tsunoda acaba de cerrar un 2019 de ensueño, en el que ha conseguido medallas en todos los campeonatos y en diferentes categorías. De hecho, hizo historia al convertirse en la primera española en subir a lo más alto del cajón en un Mundial cadete, su categoría real por edad. Además, en su palmarés destacan los oros conseguidos en el Campeonato de Europa sub-18 y en los Juegos de la Juventud Europea de Bakú, además de la plata del Europeo sub-21, todo ello el año pasado, que rubricó en diciembre con otro título que le permitía igualar a su madre y entrenadora, Celine.

Ai, que también se entrena junto a su padre Go Tsunoda, exentrenador de los equipos olímpicos de Portugal y Gran Bretaña, se proclamó entonces campeona de España absoluta, la segunda leridana que lo lograba después de su madre. La joven judoka, además, firmó un triplete histórico, ya que a este título en categoría sénior también añadió los conseguidos anteriormente en cadete y júnior, lo que confirma su dominio en el judo estatal durante el pasado 2019. Esta victoria en el absoluto le dio el billete para poder participar en los Gran Prix internacionales como el de Tel Aviv, donde intentará lograr los puntos que, al menos, le den opciones de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio.