LOS DETALLES
Salvan un punto
El Lleida regala el primer tiempo y evita la derrota con un gol de Adri León, que fue expulsado en la jugada siguiente || A los de Molo les faltó acierto y les sobró precipitación
El Lleida acabó salvando un punto en el Camp d’Esports al conseguir empatar a cinco minutos del final (1-1) en un partido que perdía desde el último minuto del primer tiempo. Adri León, a la salida de una falta lateral botada por Abel Molinero, salvó los muebles ante un rival muy conservador en la segunda mitad. Curiosamente, Adri León fue protagonista por partida doble. Primero por el gol y luego por ser expulsado, por doble tarjeta amarilla, en la jugada siguiente.
El Lleida, que echó demasiado en falta a su goleador Éder, caído de la convocatoria a última hora, jugó un primer tiempo horroroso ante un rival muy bien posicionado en el campo y que impedía, sin demasiados agobios, que los azules se aproximasen con peligro a los dominios de Ballesté. De hecho, los de Molo pisaron el área rival con cuentagotas: Una falta lateral lanzada por Abel (13’) que no encontró rematador; un cabezazo de Raúl (19’) alto; y un centro de Adri León (21’) al que nadie llegó. El Olot tampoco se prodigó demasiado en ataque. Un cabezazo de Héctor Simón (11’), que se marchó fuera, y un buen centro del lateral Soler (35’) al que Pau Torres puso muy bien las manos fueron sus argumentos ofensivos, hasta que en la última jugada del primer tiempo llegó el gol visitante. Un centro desde la frontal del área permitió a Salinas, de cabeza, cruzar el balón lejos del alcance de Pau Torres. El Lleida había regalado el primer tiempo y el Olot, con muy poco, encarrilaba el partido.
La segunda mitad fue otra cosa. No es el que el Lleida mejorase ostensiblemente pero sí que ofreció otra imagen. Con más corazón que cabeza puso una marcha más y el Olot se echó atrás. A los azules les faltó algo más de tranquilidad a la hora de armar sus ataques y les sobraron prisas, lo que les hizo incurrir en demasiadas precipitaciones en el centro. En la mejora del juego local influyó el hecho de que Liberto, muy apagado en el primer tiempo, entrase más en juego y comenzase a desbordar por banda, pero esta vez, se mostró muy impreciso en los centros y, sobre todo, se notó la entrada de Marc Martínez, que supo leer mejor el partido y marcó el ritmo adecuado para llegar mejor a las inmediaciones del área rival.
Ballesté tuvo que lucirse despejando un centro envenenado de José Ruiz (55’) y, un minuto después, Liberto cabeceaba demasiado flojo un balón de Abel (56’). Eran los mejores minutos de un Lleida que buscaba el empate pero no lo encontraba. Abel Molinero (66’) remató bien pero el balón se fue a córner y Fernando Cano (71’) malogró la ocasión más clara al enviar al cuerpo de Ballesté un uno contra uno de manual. Tras otro remate de Abel (78’), desviado, llegó el empate. En una falta lateral, Adri León acertó a tocar el balon y mandarlo a la red. Pero de la euforia se pasó a la decepción cuando, a la siguiente jugada, el goleador del partido acabó expulsado por una falta en el centro del campo por la que vió la segunda tarjeta amarilla. El Lleida, eso sí, siguió apretando ante un rival excesivamente conservador. Todavía dispuso de dos ocasiones más, sin fortuna: una de Joan Oriol (91’) y otra de Alpha (94’) que no alcanzó tampoco Sebi.