El AEM acaricia una nueva proeza

El AEM consiguió ayer varias gestas. En primer lugar y principalmente, sumó un punto de oro ante el Eibar, rival que ocupa la única posición de ascenso a la Liga Iberdrola. Un conjunto armero que, junt

o con el Barça B, era el equipo más en forma del grupo y llegaba al Recasens con cuatro victorias consecutivas. En segundo lugar, las leridanas alcanzaron los 30 puntos, que le dan la permanencia virtual en la categoría, el objetivo de la temporada, cuando apenas ha empezado la segunda vuelta. En tercer lugar, dejó la portería a cero por primera vez casi tres meses después de haberlo hecho por última vez ante el Osasuna. Y para colmo, el equipo azul ha sumado un punto más que los que llevaba a estas alturas en la primera vuelta, que ya fue de matrícula.

Pero la gesta más grande que lograron ayer las de Roger Lamesa fue conseguir que todo esto supiera a poco. Rozaron con la yema de los dedos una victoria que hubiera sido, con toda seguridad, la proeza más grande de toda la temporada ante un equipo que, además, estaba invicto a domicilio. En el minuto 82 y en pleno asedio del AEM, la colegiada señaló un penalti sobre Pixu que se encargó de ejecutar Natàlia. La reusense no estuvo acertada esta vez con su zurda y envió el balón fuera rozando el larguero. Después del penalti, Natàlia volvió a tenerla, en los minutos 83 y 91, en dos escapadas por velocidad que atajó Malena, la portera menos goleada de la Liga.

El AEM tuvo contra las cuerdas a las guipuzcoanas en la última media hora del encuentro. Pese a que ya había tenido alguna aproximación y había puesto a prueba a Malena, principalmente en acciones a balón parado, fue en este tramo final donde concentró sus serias amenazas ante un Eibar sembrado de dudas tras no poder imponerse a su rival. El AEM se ganó su derecho a poder optar a uno de los premios más gordos de la temporada después de haber contenido todo el potencial eibarrés en el primer tiempo y parte del segundo en otro partido superlativo en defensa con la zaga formada por Hisui, Vesela e Iris. De hecho, la única ocasión clara visitante antes del descanso fue un disparo de Ruth que hizo temblar el larguero de Noèlia en el minuto 41. El dominio de balón visitante, aclaparador, no pudo cortocircuitar el férreo entramado defensivo del AEM, que aguardó agazapado sus opciones a la contra con una Natàlia que echó de menos a Pixu.

La capitana apareció en el minuto 74. Llegó al partido habiendo dormido dos horas por tener turno nocturno en el trabajo, pero su entrada supuso la chispa definitiva que empujó a las de Roger Lamesa a buscar, y casi encontrar, un triunfo que hasta el momento parecía impensable. Protagonizó una arrancada que llevó mucho peligro y, después, provocó el penalti que hubiera podido ser decisivo.

Con este resultado, el AEM sigue soñando en grande y mantiene el ascenso a cuatro puntos. Acarició la proeza, pero la tan recurrente magia del Recasens no hizo acto de presencia esta vez. Igual pensó que lo que se había conseguido ya lo era en suficiente medida.