Goleada balsámica

Al Lleida le bastaron diecisiete minutos de inspiración para sentenciar a un Badalona (3-0) que justificó su condición de equipo en zona de descenso y sumar, así, tres puntos balsámicos que permiten a los de Molo romper con una racha negativa de tres partidos sin ganar (empates ante el Olot y Espanyol B y derrota en al aplazado de La Núcia) y engancharse de nuevo en la lucha por entrar en un play off que, ahora, queda a tres puntos.

El Lleida, además, no acusó las bajas de sus dos laterales habituales, José Ruiz y Joan Oriol, sancionados y la baja por lesión de Adri León, que sí entró en la convocatoria pero permanenció en el banquillo. Eneko, a la derecha y César Soriano, a la izquierda, los suplieron con solvencia y Luso se colocó por delante de la defensa sin que el esquema defensivo del equipo se resintiese.

Con todo, los azules, jugando otra vez en familia, tuvieron que esperar al segundo tiempo para respirar tranquilos. De hecho, el primer tiempo fue flojo, con un Lleida que quería pero no podía, con muchas imprecisiones en el pase y poca profundidad. De hecho, salvo un posible penalti a Xemi (12’) que el árbitro ignoró, el veterano Morales fue un espectador más del partido. El Badalona tampoco hizo gran cosa aunque hizo lucirse a Pau Torres en un tiro lejano de Del Moral (24’) y en un doble remate, el segundo desde el área pequeña, de Carbó y Maxi (38’). Pero lo que son las cosas, al filo del descanso, Raúl Gonzalez robó el balón en una salida visitante para irse en velocidad, plantarse solo ante Morales y batirle por bajo. Fue un gol que sirvió para tranquilizar los ánimos e irse a los vestuarios con una inyección de autoestima porque lo más dificil, que era abrir el marcador, ya se había conseguido.

El inicio del segundo tiempo, como ya tiene acostumbrado el Lleida a sus aficionados, fue trepidante. Liberto falló un mano a mano ante Morales (47’) más por acierto del meta que por error del delantero. Morales (48’) volvió a evitar el gol poniendo el guante ante un envenenado centro de Abel (48’) y finalmente, porque de hecho se veía venir, llegó el 2-0 en una jugada de toque, de esas que hacía mucho tiempo que no se veían en el Camp d’Esports, en la que intervinieron Liberto, Raúl y Abel Molinero para permitir a Xemi encontrar el camino de la red. El Badalona, que permanencía encerrado en su área, se sumó a la fiesta al quedarse con diez tras una alevosa entrada de Robert a César Soriano que le costó la roja directa (60’). Y, además, el técnico visitante, tras el 2-0, había agotado ya los cambios para intentar dar la vuelta a un partido que se le escapaba. Dos minutos después llegó la puntilla a sus aspiraciones con el 3-0, obra también de Xemi tras un buen servicio de Abel.

El Lleida, con un marcador tan claro, jugó mucho más tranquilo y sin arriesgar ante un Badalona que lo intentó pero sin crear apenas peligro. Únicamente en un centro de Cris Montes (77’), que se hizo notar tras su entrada en el campo, pudo batir a Pau Torres pero Trilles, atento, despejó el balón. El Lleida, alentado por el escaso pero fiel público, que acabó coreando aquello de “sí se puede”, pudo incluso aumentar la goleada. Entre Abel Molinero y Provencio (79’) tuvieron el gol a su alcance pero la pelota acabó en córner y Liberto (81’), tras una salida a la desesperada de Morales, que dejó abandonado el marco, mandó la pelota al lateral de la red con toda la porteria a su disposición. Tras un desviadísimo remate de Chema Moreno (86’) y un último de Abel (90’) que salió rozando el larguero, acabó el encuentro para satisfacción del público que por fin pudo disfrutar de un encuentro sin sobresaltos.