DEPORTES_LUNES
Gran remontada
El Barça ganó 2-3 al Betis merced a su superioridad en el segundo tiempo ante un cuadro andaluz frágil atrás y con muy poca llegada, con lo que los azulgranas, sin brillantez pero con merecimiento, se redimen del mazazo copero y siguen al acecho del Madrid.
El cuadro azulgrana no encontró por sexto partido seguido los goles de Messi, pero el ‘10’ lo enmendó haciendo de asistente en los tres goles. El Barça sacó adelante así un partido que llevaron dos veces por debajo, en un feudo que aprieta. En el 72’, un cabezazo del defensa francés Lenglet, antes de irse expulsado, dejó el definitivo 2-3. Después de la eliminación en Copa del Rey, en el descuento en San Mamés, y la guerra interna por las palabras de Abidal, el Barça salvó el pulso liguero y evitó una semana más de crisis.
Sí alertó del claro penalti de Lenglet que significó el 1-0 pero no vio otro a Messi en el último minuto del duelo
El Barça salió contemporizador, arriesgando en la salida con el balón desde atrás, lo que le costó muy caro porque a los 4 minutos, tras un robo de balón, en un tiro del francés Fekir, el balón dio en el brazo de Lenglet. El colegiado, avisado por el VAR y previa consulta con el monitor a pie de campo, señaló un penalti que convirtió Sergio Canales, que engañó perfectamente a Ter Stegen.
Tras el 1-0 a los 6 minutos, los azulgranas, con Leo Messi a los mandos, reaccionaron pronto y solo tres minutos después lograron el empate en un genial pase del astro argentino a la espalda de la zaga verdiblanca que Frenkie de Jong resolvió magistralmente, al pararla con el pecho y fusilar a Joel Robles. A partir de ahí, el Barcelona asumió el mando y la responsabilidad ante un Betis que controló bien la situación. Messi, todo un peligro cada vez que hallaba espacios, buscó asociarse sobre todo con De Jong y Griezmann y pudo desnivelar la balanza en el ecuador de esta primera mitad, pero Joel lo evitó con su salida.
Sí atinó Fekir, que puso el 2-1 a los 26 minutos con un espléndido tanto de tiro cruzado ante un equipo azulgrana perdido por fases, pero que insistió en pos del empate y, en un despiste defensivo bético, lo logró en el último suspiro de la primera parte, ya en el tiempo añadido, con un gol de Busquets tras un saque de falta.
En la reanudación, el equipo de Setién salió con otro aire, más vertical y apretando arriba al Betis, obligado ahora a emplearse a fondo en defensa y sin apenas presencia ofensiva frente a un Barcelona que, con Messi igual de entonado y con la entrada de Alba y Arthur por Junior y Vidal, ganó en profundidad. Avisó Messi por partida triple, que salvó con buenas paradas el meta bético, y luego Busquets y Griezmman, hasta que Lenglet no perdonó al cabecear en el 72 una falta botada por el argentino.
Con el 2-3, fruto del mayor empuje y verticalidad del Barça, el juego se embarulló y decayó el ritmo con la expulsión primero del bético Fekir, doblemente amonestado en el 76 al hacer una falta y protestarle luego al árbitro, y luego de Lenglet a 11 minutos del final. De ahí a la conclusión, el Barça aguantó bien las intentonas con más corazón que cabeza del Betis, impotente para crear peligro, y administró bien su renta para amarrar un valiosísimo triunfo, que pudo haber sellado en un claro penalti sobre Messi que ni el árbitro ni el VAR vieron.
Cornellà de Llobregat
El Espanyol, liderado por un De Tomás en racha, sumó la primera victoria como local en Liga contra un rival directo para acercarse a la permanencia. Los dos equipos, con urgencias en la clasificación, empezaron el partido con mucho ritmo, pero ninguno consiguió adelantarse.
Un penalti que anuló el VAR, porqué el balón había salido del campo, negó a los baleares la opción de marcar primero y, sumado a un Espanyol sólido atrás pero temeroso arriba, llevó el partido al descanso sin goles. Poco después de volver de los vestuarios, un cabezazo de Raúl De Tomás, que ya lleva cinco dianas desde que aterrizó en el Espanyol en enero, puso la primera piedra de una victoria que la solidez defensiva mostrada por los de Abelardo se encargó de refrendar. Los tres puntos, los primeros en casa, acercan a los blanquiazules a algo con lo que parecía imposible pensar, la salvación.