Seis clubes federados de Lleida aún siguen jugando en campos de tierra

Dentro de poco jugar un partido de fútbol en un campo de tierra será algo excepcional en el fútbol leridano. Ya solo quedan seis equipos que todavía juegan en esta superficie (Bell-lloc, Torà, Vilanova de l’Aguda, Sant Guim, Ribera d’Ondara y Pobla), pero pronto serán solo cinco. El próximo club que abandonará este grupo de supervivientes es el Pobla, que en enero de 2021 tiene previsto inaugurar su nuevo campo de césped artificial. La nueva instalación se trasladará desde el parque Alcalde Boixareu hasta detrás de la restaurada estación de tren. El derbi pallarés del domingo Pobla-Tremp fue el último que se jugó en el viejo campo de tierra, que fue inaugurado en 1935, donde el exazulgrana Carles Puyol dio sus primeras patadas a un balón. “Pediremos a la federación jugar la próxima temporada los partidos de la primera vuelta fuera y los de la segunda en casa cuando ya tengamos el nuevo campo”, explicó ayer el presidente del Pobla, Ramon Vila.

Si en el Pobla están ilusionados con la futura instalación, en los otros cinco clubes solo queda espacio para la resignación. En Sant Guim, Adam Moltó, que hace las veces de presidente y jugador, hace un ejercicio de realismo y asegura que “tener césped o tierra no es el principal problema para los clubes modestos. Lo más complicado es cuadrar unos presupuestos que, en nuestro caso, solo con fichas, arbitrajes y pagar al entrenador, ya nos supone cerca de 9.000 euros sin contar desplazamientos”. Y lanza una curiosa queja: “Gerard Piqué nunca ha tenido un gesto con el club de su pueblo y eso que su padre tiene una empresa que coloca césped artificial. Ha preferido invertir en el Andorra y lo que más nos dolió es que cuando vino el filial andorrano nos dijeron que era muy injusto para ellos tener que jugar en tierra”.

Robert Boadella, secretario del Bell-lloc, apunta en una línea similar que “nosotros lo que necesitamos con mayor urgencia son unos nuevos vestuarios, ya que tenemos que cambiarnos en el pabellón que está cerca del campo. Tener el campo de tierra supone que los jóvenes no quieran jugar y nuestros niños del fútbol base del CE Pla d’Urgell tengan que irse a entrenar y jugar a Golmés o El Poal”.

Antoni Padullés, presidente del Torà y que lleva en el club diez años, afirma sentirse “desengañado” cuando se le pregunta por las posibilidades de tener césped artificial en su campo. “Celebramos este año el centenario del club y las instalaciones dejan mucho que desear. No veo voluntad en el ayuntamiento”.

El Tremp niega un intento de agresión al árbitro El CF Tremp, mientras estudia si presenta algún tipo de recurso, negó ayer que hubiera un intento de agresión al árbitro por parte de sus jugadores, un miembro de su staff técnico o aficionados del equipo, contradiciendo lo que escribió en el acta el colegiado del Pobla-Tremp del domingo, que acabó con empate 1-1. Además, el club pallarés pone en duda que el árbitro pueda asegurar que la invasión de campo, que él reflejó en el acta, fuera solo de aficionados del Tremp.