LOS DETALLES
Victoria plácida
Los goles de Luso y de Marc Martínez, ambos en el primer tiempo, dan al Lleida tres puntos ante el Ejea, claves en su lucha por volver a entrar en el play off || Los aragoneses apretaron en la segunda parte, pero nunca llegaron a inquietar a un seguro Pau Torres
Culminando una semana en la que se habló más de temas extradeportivos en el seno del Lleida Esportiu –tras las denuncias al club de Hacienda y la Seguridad Social– el equipo hizo caso a Molo y se dedicó a lo suyo. Y lo suyo fue, ni más ni menos, que una plácida victoria ante el Ejea (2-0) cimentada en una buena primera mitad con un madrugador gol de Luso (4’) y otro de Marc Martínez (45’) ya en el añadido. Los aragoneses, que justificaron su crisis de juego y resultados, se vinieron arriba en el segundo tiempo pero aunque dio la sensación de que conseguían encerrar al Lleida en su área, jamás crearon peligro real ante un Pau Torres que, concluído el partido, recibió un homenaje por parte de la entidad por ser el jugador con más partidos en el club.
El Lleida, que alternó la línea defensiva de cuatro con la de tres centrales (con Luso colocado entre Simic y César Soriano) y con José Ruiz y Joan Oriol adelantados al centro del campo, consiguió enseguida lo más difícil, que era adelantarse en el marcador. Dos córners consecutivos y, en el segundo de ellos, botado por Abel Molinero, puso la cabeza Luso para batir a Ander Bardají y todo esto antes de que se cumpliese el minuto 5 de partido.
Se estiró el Ejea con dos remates de Ballarín (11’) y Ramón López (13’) que Pau Torres resolvió con solvencia. Al Lleida, pese a que tocaba bien y salía con velocidad, le costaba llegar con peligro al área visitante. De hecho, solo lo hizo en dos ocasiones más. En la primera de ellas, Luso, rematando otro córner, forzó otro, el cuarto, que se lanzó sin consecuencias (27’) y, en la segunda, llegó el 2-0. Abel Molinero hizo un espectacular zig-zag, sorteando contrarios (los del Ejea reclamaron una falta previa en el robo del balón) hasta llegar a la línea de fondo para poner el balón en bandeja a Marc Martínez que, llegando desde atrás, fusiló a Bardají. Nada más sacar de centro, el colegiado envió a los dos equipos al vestuario.
En el segundo tiempo, el Lleida, sin renunciar al ataque, salió más contemporizador y apenas pudo crear una jugada de peligro pese a rondar el área rival en diversas ocasiones. De hecho, en toda la segunda mitad no remató entre los tres palos en ninguna ocasión y tan solo en otra, ya en el minuto 90, remató con intención con un cabezazo de Eder, desde el segundo palo, que salió excesivamente cruzado.
Con Marc Martínez, visiblemente cansado, los locales perdían fluidez y ni tampoco Abel Molinero ni Liberto rompían ya por las bandas y Raúl González quedaba como un náugrafo anclado entre los dos centrales del Ejea que controlaban el juego aéreo a la perfección. En contrapartida, los visitantes llegaban más y mejor pero también sin remate. De hecho únicamente gozaron de una clara ocasión en el minuto 68, en un remate de Ballarín que fue detenido por Pau Torres sin demasiados problemas. Así las cosas, el segundo tiempo fue desangelado, con muy pocas cosas a destacar y repleto de faltas, fueras de banda, pérdidas de balón y protestas visitantes al colegiado. Los cambios que introdujo Jordi Cortés, que ayer estuvo pluriempleado al dirigir al equipo desde la banda en ausencia de Molo y de Jorge Garcés, que cumplieron su primer partido de sanción, tampoco sirvieron de revulsivo a un Lleida que acabó el partido agazapado atrás y sin crear contragolpes claros de gol. El Ejea encadenó hasta cinco córners prácticamente consecutivos y en el penúltimo vio como se lesionaba de gravedad su jugador Manu Molina –fue traslado en ambulancia a un centro hospitalario– al chocar con Pau Torres, que salió a la desesperada a cubrir su internada. El árbitro, ante las protestas del Ejea, señaló córner.