Un calendario con calzador

La suspensión durante las dos próximas semanas de toda la actividad deportiva, tanto a nivel estatal como autonómica y local, para minimizar el contagio por el coronavirus provocará verdaderos quebraderos de cabeza a las respectivas federaciones para encontrar fechas alternativas en las que colocar los partidos y pruebas aplazadas, con el agravante de que muchas de las competiciones, especialmente las de equipo, acaban entre abril y mayo su fase regular.

Si la medida preventiva de dos semanas se cumple, la afectación será asumible, pero si el confinamiento se alarga por un espacio superior, provocará grandes alteraciones, hasta el punto de que algunas Ligas pueden alargarse en el tiempo o, incluso, llegar suspenderse.

El fútbol es uno de los grandes damnificados. En cuanto a la Primera división, que ayer decretó la suspensión de las dos próximas jornadas, el problema se agrava porque hay que alternarla con los partidos de Champions y Europa League, de momento parcialmente canceladas, además de la final Copa del Rey, aplazada sine díe, y teniendo en cuenta que este verano está prevista la disputa de la Eurocopa en varios países, si bien ayer ya se apuntaba con posponerla para el 2021. En caso de que la situación se alargara, La Liga, que concluye el 24 de mayo, podría no tener fechas para concluir el campeonato, por lo que habría que buscar una fórmula de puntuación para decretar al campeón, los descensos y la clasificación europea.

En otros deportes ocurre lo mismo o, incluso, la situación es peor, ya que las Ligas, en su fase regular, concluyen más pronto. Es el caso del baloncesto. La Liga Femenina, en la que está el Cadí La Seu, acaba el 4 de abril y el play off arranca cuatro días después, mientras que la LEB Oro, con el ICG Força Lleida, y la LEB Plata, con el Ilerdauto Pardinyes, acaban la Liga el 8 y 2 de mayo, respectivamente. Los clubes no quieren jugar a puerta cerrada, ya que entienden que sería un hándicap deportivo y económico, y abogan por alargar la competición, aunque esto les supondría pagar una nómina más a los jugadores.

lleida

Los deportes individuales también sufrirán una afectación importante por las cancelaciones por culpa del coronavirus, con especial incidencia en Lleida. Con la cancelación decretada ayer por la Federación Española de Piragüismo de las Copas de España y el Estatal de eslalon, descenso esprint y clásicas que estaban programadas en La Seu d’Urgell y Camarasa el fin de semana del 21 y 22 de marzo, la formación de las selecciones nacionales está en el aire, ya que las tres pruebas iban a ser selectivas. La RFEP decretó ayer la cancelación de toda actividad deportiva hasta el 5 de abril, aunque la disputa de la Segre Cup, prevista para el 10 y 11 del mismo mes en Ponts y La Seu d’Urgell, también corre el riesgo de ser cancelada. Los responsables federativos barajan la posibilidad de fijar el selectivo de eslalon que queda, y que debe celebrarse en La Seu, coincidiendo con la disputa de la primera Copa Pirineus el 18 y 19 de abril, siempre que se haya levantado el confinamiento.

Por otra parte, el Moto Club Segre confía en que la quinta prueba del Campeonato de España de motocross que se iba a disputarse en Bellpuig el 28 y 29 de marzo, se celebre en el mes de junio.

El fútbol español se ha parado en nueve ocasiones A lo largo de la historia, el fútbol en España se ha suspendido hasta en ocho ocasiones, seis de ellas a causa de las reivindicaciones laborales de los futbolistas que derivaron en huelga (1979, 1981, 1982, 1984, 2011 y 2019, la Liga femenina). En diciembre de 2010, la huelga de controladores aéreos también obligó a suspender varios partidos, así como la muerte del exsevillista José Antonio Reyes la temporada pasada. Los atentados del 11-S también obligaron a la UEFA a aplazar algunos partidos europeos, en los que estaban involucrados cuatro equipos españoles.