Desbandada de los extranjeros

El miedo al contagio por coronavirus ha provocado la alarma entre los deportistas extranjeros que juegan en diferentes equipos de la provincia de Lleida, muchos de los cuales han decidido regresar a sus países de origen sin fecha de regreso en el supuesto caso de que se reanudaran las competiciones.

Los más afectados han sido los equipos de baloncesto, en especial el Cadí La Seu y el Ilerdauto Pardinyes. El club del Alt Urgell, que milita en la máxima categoría del baloncesto estatal femenino, anunció la rescisión de contrato de una de sus referentes, la estadounidense Sydney Wiese, que pidió la baja por recomendación de la WNBA, que en mayo arranca la pretemporada y tenía el temor de no poder viajar más adelante si se cerraban la fronteras.

La Liga estadounidense recomendó a sus jugadoras regresar ahora por temor al cierre de las fronteras

El periodo de suspensión de la LEB se alarga hasta el 25 de marzo, cuando el ICG debía visitar al Gipuzkoa

Wiese ya viajó el pasado jueves a Los Ángeles haciendo escala en México para eludir el cierre de los vuelos europeos con destino a los Estados Unidos. En cambio, la otra estadounidense del equipo, Tinara Moore, se quedará hasta final de su contrato.

El CB Pardinyes, por su parte, perderá a tres jugadores de una plantilla de diez. Los estadounidenses Wendell Davis y Michael Handley regresaron ayer a su país y el canadiense David McCulloch lo hará el próximo miércoles. El otro club leridano de categoría LEB, el ICG Força Lleida, no ha tenido, de momento, ninguna afectación, si bien uno de sus seis extranjeros, el estadounidense Steve Santa Ana, se encuentra desde el martes en su país por cuestiones personales y tiene previsto regresar este lunes.

El Borges de tenis de mesa perderá a sus dos jugadores foráneos, el egipcio Elsayed Lashin, del equipo de Superdivisión, y el japonés Ryu Taguchi, del filial, que viajan hoy mismo, mientras que la chilena Cata Díaz, del Patí Vila-sana de hockey sobre patines, ya emprendió ayer viaje de regreso a su país. Por su parte, el francés Nathan Gefflot, del Llista, seguirá en Lleida.

lleida

La cancelación de todas las competiciones deportivas y el cierre de las instalaciones municipales ha obligado a los clubes leridanos a mandar a sus jugadores y jugadoras a casa, aunque con ‘deberes’ para mantener en lo posible cierto tono físico, pensando en que las Ligas puedan reanudarse después del periodo de cancelación.

Todas las jugadoras del Cadí, a excepción de la mencionada Sydney Wiese, se han quedado en La Seu y el cuerpo técnico ha ideado un plan de trabajo que deben hacer diariamente de forma individual o en grupos reducidos. “Se les ha recomendado quedarse y seguir las directrices de los médicos en sus respectivos domicilios, donde deben seguir un plan de trabajo para mantener el tono físico”, explicaba ayer su entrenador, Bernat Canut, que ha cancelado los entrenamientos de esta semana y posiblemente de la que viene.

En cuanto al Força Lleida, la mayoría de sus integrantes también se han quedado en la ciudad, excepto Santa Ana, que está en su país por cuestiones personales, y alguno de los nacionales que han optado por volver con sus familias, aunque están convocados para el próximo martes. Si entonces los pabellones siguieran cerrados, se enviará a cada uno un trabajo individualizado. El Ilerdauto Pardinyes y el Vila-sana, en cambio, han permitido que todos sus jugadores y jugadoras regresaran a sus ciudades de origen, aunque también con un plan de entrenamiento, que también tendrán los integrantes de la primera plantilla del Lleida Esportiu, que en su gran mayoría, a excepción de sus extranjeros, han optado por volver con sus familias.

Su entrenador, Molo, que el jueves llegó a su Almería natal, ha planificado junto a su cuerpo técnico un exhaustivo plan de trabajo que incluye ejercicios de cardio, fuerza y estiramientos. Los jugadores están convocados para el próximo miércoles en el Camp d’Esports, siempre que la Federación Española confirme la reanudación de la Liga para el fin de semana del 28 y 29 de marzo, decisión que está previsto se tome entre el lunes o martes próximos.

Por otra parte, la Federación Española de Baloncesto comunicó ayer que el periodo de suspensión se alarga unos días más, por lo que la vigésima séptima jornada de la LEB Oro, fijada entre el martes 24 y el miércoles 25 de marzo, también ha quedado aplazada. En ella, el ICG Força Lleida debía rendir visita al Gipuzkoa, colíder de la categoría.