DEPORTES
“Sin garantías no jugaré”
Pol Franci, del Monza italiano, y su hermana Mar, del Igualada, esperan confinados en Bell-lloc que se reemprenda la competición de hockey || Vivían en dos de los epicentros principales del Covid-19
Los hermanos Pol y Mar Franci de Bell-lloc d’Urgell se encuentran, como la inmensa mayoría de leridanos, confinados en su casa por culpa del coronavirus, que semanas atrás les obligó a abandonar Monza e Igualada, respectivamente, localidades donde residen y juegan a hockey sobre patines, y dos de los principales epicentros de la propagación del Covid-19.
Pol cumple su segunda temporada en el Monza, de la Primera división italiana, en una ciudad situada a solo 20 kilómetros de Milán, en la Lombardía, una de las zonas más afectadas por el virus. “Un día salieron 4 o 5 positivos en pequeños pueblos situados a unos 50 kilómetros de donde vivimos, pero al día siguiente la cifra ya era de más de 60 y creciendo. Entonces nos dijeron que se paralizaba toda la competición y que nos volviéramos a casa. Así lo hicimos el lunes 24 de febrero, pero una semana después nos avisaron de que ya podíamos volver. Regresamos el martes 3 de marzo en coche, para no coger aviones, y al día siguiente de haber llegado nos dicen que un jugador del Trissino había dado positivo y que podía haber más casos. Además, nos teníamos que enfrentar al rival del Trissino, con el peligro que eso conllevaba. Ese mismo día la Liga se volvió a paralizar y nos mandaron otra vez para casa”, explica el leridano, que reconoce no haber pasado miedo. “Cuando comenzó todo lo fuerte en Italia ya estaba en casa. Estando en Monza no se dio ningún caso y la gente estaba tranquila, no había controles ni había confinados más que en los pueblos afectados, pero días atrás que he hablado con compañeros, la situación es muy distinta”, señala.
“Con los casos que estaban saliendo en Italia ya nos imaginábamos que aquí pasaría lo mismo”
Antes del parón debía jugar con el rival del Trissino, el equipo en el que se había detectado el primer positivo
A su juicio, las cosas no se han hecho bien ni en Italia ni en España, aunque cree que en el país transalpino sí han obrado algo mejor. “Aunque ninguno de los dos ha hecho lo que debía, en Italia lo han hecho algo mejor, por eso tengo el temor de que aquí el impacto sea mayor. Cuando salieron los primeros casos cerraron los accesos a las zonas afectadas, lo que hizo que la propagación fuera menor. El problema es que en el resto de país confinaron a la gente sin ser tan estricto, y los jóvenes, sin clases, se fueron al bar, se concentraron y eso hizo que se expandiera más rápido. La gente se lo tomó como unas vacaciones. Aquí en España creo que será mayor porque cuando salieron los primeros casos, a excepción de Igualada, que la confinaron, el resto sigue igual y Madrid, que concentra el mayor número de positivos, sigue sin confinarse, y esto lo pagaremos”, advierte.
Su hermana Mar, que desde diciembre pasado juega en el Igualada tras abandonar el Vila-sana, regresó a su casa en Bell-lloc el mismo día que cerraron los accesos a la capital de la Anoia por el brote. “El miércoles cerraron las instalaciones deportivas y el jueves ya nos dijeron que no habría clases y que lo cerrarían todo, así que me volví para Bell-lloc. Un poco de miedo pasas. Lo veíamos venir porque con los casos que estaban saliendo en Italia ya nos imaginábamos que aquí pasaría lo mismo”, explica.
Los dos querrían volver a competir esta temporada, pero tienen claro que la salud es lo primero. “Espero que si se reemprende la Liga es porque hay unas garantías de seguridad. A partir de aquí, veríamos si sería a puerta cerrada o no, si realmente está controlado y en qué condiciones. Espero que si nos hacen jugar sea con unas medidas de seguridad razonables. Sin garantías no jugaremos, esto está claro”, advierte Pol Franci, que antes del parón tenía que jugar también partido de Champions en la pista del Noia.
Mini partidos con patines en el patio de casa Como todos los deportistas de élite, Mar y Pol Franci siguen el plan de entrenamiento que les han facilitado sus respectivos equipos para mantener en lo posible la forma física pensando en un posible reinicio de la competición, con ejercicios de cardio, fuerza y flexibilidad, aunque a menudo se calzan los patines para hacer mini partidos en el patio o el garaje de casa. “Seguimos una pequeña rutina para hacer cada día en casa, lo mínimo para mantener algo la forma. De vez en cuando, con mi hermana nos calzamos los patines y en el garaje o el patio montamos un minipartido para sacarnos el mono que tenemos de hockey”, explica Pol.