DEPORTES
Los atletas confinados sueñan con volver a sudar al aire libre y mientras recurren a métodos imaginativos para correr en casa
Los atletas confinados sueñan con volver a sudar al aire libre y mientras recurren a métodos imaginativos para correr en casa || Escaleras, garajes y terrazas hacen de pista
Los runners leridanos viven el confinamiento desde que se decretó el estado de alarma cual aves enjauladas. Están fuera de su hábitat natural y sueñan con volver a sudar al aire libre, mientras buscan en casa perder la mínima forma física recurriendo a veces a espacios y métodos imaginativos y de lo más insospechado. “Subo y bajo escaleras sin parar y tengo un garaje donde puedo hacer pesas y ejercicios con una máquina elíptica. No es lo ideal, pero es lo que hay”, explica resignada Rosamari Carulla, una profesora del Instituto La Segarra de Cervera, pero que vive en Vilanova de Bellpuig, con un buen palmarés en las carreras populares. Ella es una de los más de 3.000 corredores que participaron al menos en una prueba atlética el año pasado en la Lliga Ponent, el circuito más importante, que aglutinó un total de 47 carreras distribuidas en cerca de cuarenta municipios de la provincia. “Lo peor es no saber cuándo acabará esto. Cuando te pones a pensarlo resulta un poco angustioso”, remata Carulla, que da ahora sus clases a través de internet a sus alumnos de administración y finanzas, además de estar pendiente de sus tres hijos pequeños.
Para la atleta de montaña Sílvia Puigarnau, tercera en el Europeo de Ultra Trail del pasado año en Italia, el confinamiento por el coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso. En noviembre, justo el mes en el que le hicieron un homenaje en su población natal de Agramunt por su trayectoria, sufrió la fractura del segundo metatarsiano de un pie. Hasta febrero no pudo competir en esquí de montaña, su otra pasión deportiva. “Me pasé cinco semanas de confinamiento lesionada y ahora otra vez por el coronavirus”, lamenta esta profesora de Inefc, de 32 años, que en enero fichó por el equipo Nike Trail España. “Mi temporada comenzaba ahora en mayo en la Copa del Mundo en la isla de La Palma. No puedo entrenar en condiciones y si no rindo y con 32 años que tengo ya, perderé todo el esfuerzo que he hecho tras la lesión. Intento mantenerme psicológicamente estable, pero estaba en un momento dulce y ahora viene esto”, se lamenta mientras pedalea en una bicicleta estática. “Entreno como puedo. Me he comprado una cinta de correr con el dinero que tenía ahorrado para un máster”, explica. También le ha supuesto la suspensión del ‘Desafiament de Gegants’, un reto solidario en el que participaba los días 17 y 18 de abril para luchar contra las enfermedades degenerativas de retina, que consistía en llevar turrón de Agramunt hasta el Aneto (3.404 m) en colaboración con la organización StargardtGo y la firma Virginias.
Si de retos solidarios hablamos el que se lleva la palma es Miquel Solé, que en los últimos 25 de los 55 años de edad que tiene calcula que ha corrido más de cien mil kilómetros. Y casi siempre por causas solidarias. El reto actual es salir cada día en homenaje a una persona que ha fallecido por la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Su gesta altruista la siguen en muchos países, sobre todo de Latinoamérica, a través de las redes sociales. “Yo sigo con mi reto adaptándome al garaje y a la terraza de mi casa. No puedo fallarles a las víctimas”, asegura este auxiliar clínico.
Dos destacados nombres en el atletismo leridano como Iván Espílez y Sancho Ayala se sienten estos días incómodos. “Lo llevo mal porque estoy acostumbrado a entrenar cada día. Tengo una bici estática porque practico duatlón y hago lo que puedo”, dice Espílez. Para Ayala, con un destacado palmarés en veteranos mayores de 50 años que vive en Solsona rodeado de bosques, “se trata de no parar nunca y ahora hago ejercicios en casa que antes, al llegar agotado de correr, no podía”.
Todos los atletas consultados coinciden en que se les debería permitir correr al aire libre y en solitario, como ocurre en Bélgica. Pero comprenden a la vez que no lo permita el Gobierno. “La sociedad es irresponsable y entonces saldrían muchos oportunistas a correr para así romper el confinamiento”. sentencian.
Éxito de la ‘Carrera Quédate en casa’ para promover la actividad física Entre las iniciativas para promover el ejercicio físico sin salir de casa durante los días de confinamiento ayer se convocó una carrera virtual. Se trata de la ‘Stay at Home Race’ (Carrera Quédate en casa), una idea de un atleta de Vilafranca, Toni Santisteban, a la que se unieron los componentes del Running Lleida Team, formada por runners leridanos independientes que no pertenecen a ningún club, equipo o gimnasio.