Saúl Craviotto: “No pienso en mi retirada”

El piragüista leridano Saúl Craviotto (Lleida, 3-11-1984) aspira a igualar a David Cal como deportista español con más medallas (5), e incluso a superarle si se decidiera a doblar. También, a llevar la bandera en la ceremonia de inauguración, que podría compartir con la nadadora Mireia Belmonte. Tiene dos oros, una plata y un bronce desde que debutara como olímpico en Pekín 2008 y un hambre voraz por ampliar su palmarés el próximo año en Tokio. Hablamos con él desde su confinamiento en Gijón donde se ha afincado desde que era un adolescente y donde vive con su mujer Celia y sus dos hijas Valentina, de 5 años, y la pequeña Alejandra, que cumplió 2 en diciembre. “Todos los Juegos Olímpicos son especiales y bonitos, pero no quiero perderme estos de Tokio y me daba rabia que se tuvieran que aplazar porque iba a ser el abanderado, pero lo entiendes porque ahora mismo el deporte queda en un segundo plano ante el drama que estamos viviendo en el mundo. Todavía no tengo fuerzas para anunciar mi retirada. Es más, si llegan a aplazar los del Tokio hasta 2022, igual aguantaba hasta los de París 2024, pero los años pasan y la gente joven sube… Tengo 35 años y claro que pueden ser mis últimos Juegos. Por eso me gustaría cerrar mi carrera deportiva de manera brillante”, reflexiona en declaraciones a SEGRE.

Se ve aún en plena forma. “La verdad es que otro motivo para querer estar en Tokio es que me siento aún muy competitivo. Tenemos un K4 espectacular en el que vemos muy cerca la medalla y sería ya mi quinta medalla olímpica. La progresión en el ciclo olímpico estaba siendo muy buena porque habíamos conseguido tres medallas de plata en las sucesivas competiciones”.

Aparte de engrosar su palmarés, le motiva ser el abanderado del equipo español en Japón

Piensa que era “de sentido común” que el COI aplazase los Juegos. “Al final ha sido un gota a gota de suspensiones y renuncias de países, algunos tan importantes como Estados Unidos y Alemania, que han desbordado el vaso y el COI ha tenido que dar su brazo a torcer”.

Y comprende que se haya tardado tanto en tomar la decisión. “Todo iba cambiando de un día a otro y no era fácil porque hay muchas historias detrás del evento deportivo. Hay intereses de todo tipo y detalles a tener en cuenta como que ya se habían vendido pisos en la Villa Olímpica”, concluye.

“Lo positivo es poder estar más tiempo con mis hijas”

Craviotto se entrena en casa “de la mejor forma que puedo dadas las circunstancias” y se queda con la parte positiva del confinamiento: “La parte mejor de estar encerrado en casa es poder dedicar más tiempo a mi mujer y mis hijas. Entreno muchas horas durante el año, siempre voy con la agenda apretada y estaba todo el día viajando. Entreno en Sevilla buena parte del año, también voy a Madrid, y ahora estoy todo el rato con ellas jugando o pintando”.