DEPORTES
“Nos hemos quedado sin trabajo y sin un objetivo”
Josep Térmens, leridano de 27 años, deberá dejar en breve su apartamento compartido en Bourg-Saint-Maurice, en los Alpes franceses, y trasladarse a su furgoneta Volkswagen. En apenas una semana ha perdido su principal fuente de ingresos como asesor en una firma local dedicada al esquí y, lo que más preocupa a este tarraguense, sus objetivos como ciclista profesional. “Han sido unos días surrealistas. La gente se ha marchado y todo el negocio de las estaciones de esquí está parado. Lo malo no es tener que vivir en la furgoneta, ya lo he hecho, lo que peor llevo es la suspensión de todo el calendario”. Especialista en BTT, ultimaba los detalles de una prueba en Serbia, antes de su primer gran reto de 2020, la Titan Desert, que ha ganado dos veces en la categoría de fat bike y una como sub-23. “Nos hemos quedado sin trabajo y sin objetivos. No solo yo, todos los ciclistas del mundo. Se van cancelando todas las pruebas y hay que ser fuerte para no desmoronarse ni perder la motivación. Yo puedo continuar entrenando cuatro horas diarias, porque es lo que me gusta, pero entiendo que haya compañeros que pierdan una referencia en el calendario, a corto o a largo plazo”, añade el ciclista leridano, que afrontaba su primer año en el equipo TBellès de Manresa. “Es una lástima porque estaba muy ilusionado y ahora no sabemos muy bien qué hacer”, señala.
A pesar de la situación por la que atraviesa, no tiene en mente regresar a casa. “No querría ser una fuente de contagio para mi familia. Ellos saben que estoy bien aquí. Además, mi sitio es la montaña. Me vine hace ya dos años y volver a Catalunya sería dar un paso atrás. Tenemos que ser conscientes de que lo mejor es quedarse en casa (o en la furgoneta) para evitar que el virus se extienda”, añade Térmens, que el pasado fin de semana debía debutar en Novi Sad.