Guerra en la junta del Barça

El Barça afronta otra crisis institucional, después de que Josep Maria Bartomeu, presidente de la entidad, instara a dimitir en la noche del martes a los vicepresidentes Emili Rousaud, designado como su sucesor, y Quique Tombas, así como a Silvio Elías, responsable del filial, y el leridano Josep Pont, del área comercial. Los cuatro cuestionaron la continuidad de Bartomeu tras la polémica de las redes sociales, el Barça Gate, y se les acusa de “no fomentar la cohesión” de la junta directiva.

La directiva azulgrana había previsto una reunión telemática durante la tarde del martes para tratar la crisis del coronavirus, pero esta no llegó a producirse, ya que Bartomeu tuvo conversaciones telefónicas con todos los miembros de la junta para hacerles saber sus planes. El presidente había elegido a las personas que deben sustituir a dos de los miembros ‘desleales’. Jordi Moix, que ya es vicepresidente, se ocupará de las áreas económica y patrimonial, mientras David Bellver, que hasta ahora era vocal, ejercerá las funciones de tesorero que tenía Tombas. El problema del presidente es que no tiene poderes para cesar a los directivos, por lo que todo depende de que ellos acepten dimitir o quedarse como vocales. Ambos han confirmado que no dimitirán, dejando claro que no hay cohesión en la junta. En 2015 dimitió Jordi Mestre como vicepresidente deportivo, por discrepancias sobre la gestión de este departamento. En 2017 también salieron Carles Vilarrubí, vicepresidente del área internacional e institucional, y Jordi Monés, responsable del Barça Innovation Hub. Un año antes, quien dimitió fue Susana Monje, vicepresidenta económica.