Guerra entre dimisionarios

Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia, que el pasado jueves presentaron su dimisión como directivos del FC Barcelona, se desmarcaron ayer de las acusaciones vertidas por Emili Rousaud, que también renunció al cargo. El exvicepresidente y delfín hasta ahora de Josep Maria Bartomeu afirmó el viernes que “alguien ha metido la mano en la caja”, mientras que la directiva negó estas “graves e infundadas acusaciones”, reservándose también “la interposición de las acciones penales”.

Teixidor, la exsecretaria de la junta y máxima responsable del fútbol femenino, señaló que “me desmarco de las manifestaciones que se han hecho. No voy a opinar sobre declaraciones que hacen a título personal ni Emili Rousaud ni tampoco Jordi Calsamiglia. Cierro esta etapa porque hay ciertas decisiones y hechos aparecidos últimamente sobre los que no tengo ni he tenido control ni capacidad de acción, que me han sorprendido negativamente y con los que no estoy de acuerdo”, añadió la exdirectiva. Mientras, Calsamiglia manifestó tras las declaraciones de Rousaud que “quiero expresar mi total discrepancia por sus acusaciones públicas que afectan a la honradez y credibilidad de la junta. No es momento para hacer acusaciones públicas en relación a unos hechos que están siendo objeto de una auditoría externa”.

Rousaud negó ayer que sus acusaciones fueran hacia la junta. “Siempre he defendido que las facturas del asunto de las redes sociales se trocearon justamente para que quedaran escondidas de la propia directiva. Como consecuencia, no sería coherente cuestionar ahora la honradez de la junta”, añadió.