Aranzana: “Reanudar la Liga hubiera sido una locura”

Gustavo Aranzana, técnico del ICG Força Lleida, se mostró ayer satisfecho por el acuerdo que el jueves alcanzaron clubes y federación para anular los descensos, lo que mantiene al equipo un año más en la LEB Oro, aunque defiende que se ganaron ese derecho en la pista. “Estoy satisfecho por mantener la categoría, porque es el objetivo que perseguíamos, pero también lo estoy porque cuando se ha tomado esta decisión no estábamos en posiciones de descenso, por lo que lo hemos logrado deportivamente y eso da más valor”, apuntó.

El técnico, que sigue confinado en su domicilio de Valladolid, es de la opinión que cualquier otra decisión hubiese sido errónea. “Quedaban diez jornadas y reanudar la Liga hubiese sido una locura, ya no solo para nosotros, sino para todos los equipos, ya que faltaban jugadores y no íbamos a recuperarlos. Hubiese sido desvirtuar la competición”, señaló.

Aranzana calificó de muy positivo los poco más de tres meses que ha estado al frente del equipo, aunque recordó que cuando llegó “tenía más fe en la salvación yo que el entorno”, y añadió: “La clave fue cambiar la negatividad que tenían los jugadores. Lo dije desde un inicio, veía a un equipo triste, confundido, al que le faltaba rigor de juego y no tenía las cosas claras, aunque trabajaba muy bien y estaba unido”.

Sobre su continuidad, el técnico vallisoletano no se cierra ninguna puerta, aunque reconoce que “la directiva es la que tiene que valorar el trabajo que se ha hecho y la que tiene que plantear cosas. Yo aposté al venir y la directiva posiblemente no lo hizo inicialmente por Gustavo Aranzana, pero las circunstancias me trajeron a Lleida. Aunque tengo que decir que la experiencia ha sido perfecta y he estado muy feliz, ahora se abre otro escenario y es la directiva la que debe dar el paso”, advirtió.

Sobre el inicio de la próxima temporada, supeditada a la evolución de la pandemia de la Covid-19, Aranzana lo tiene claro: “La Liga tiene que arrancar como sea, no sé si en septiembre o en octubre. Si lo hace en enero, ya nos podemos ir olvidando de nuestro baloncesto”, aseguró, al tiempo que augura muchos cambios. “Está claro que todo va a cambiar para garantizar un mínimo de seguridad de no contagiarnos, pero es algo que se puede hacer. La vida va a cambiar y hay que acostumbrarse”, señaló.