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Jugadores de clubes leridanos y atletas de élite se ejercitaron por fin en la calle después de casidos meses confinados en casa

Jugadores de clubes leridanos y atletas de élite se ejercitaron por fin en la calle después de casi dos meses confinados en casa || A pie, en bicicleta o en piragua recuperaron su modo de vida

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Casi dos meses después y tras un estricto confinamiento en sus casas por la crisis sanitaria de la Covid-19, los deportistas de élite leridanos o que militan en clubes de la provincia han podido salir a hacer deporte al aire libre, algo tan saludable como necesario para una parte de la población que tiene la práctica deportiva su profesión. Corriendo, andando, en bicicleta o sobre una piragua, todos han podido recuperar las sensaciones ya casi olvidadas por culpa de una pandemia que ha trastocado la temporada de todos los deportes.

Dos de los que más madrugaron el sábado, primer día que estaba permitida la actividad física al aire libre para volver a sentirse deportistas fueron los jugadores del Llista Balva Andreu Tomàs y Oriol Vives, justo el día que la Federación Española de Patinaje decretaba la cancelación de las Ligas estatales, uno de los últimos deportes en hacerlo. “Después de tanto tiempo encerrado como un hámster, volver a hacer deporte al aire libre y notar como el aire te toca en la cara ha sido muy gratificante”, explicó Uri Vives, que el primer día cubrió 50 kilómetros en bicicleta por los alrededores de Igualada, donde reside y uno de los puntos más calientes durante la pandemia en Catalunya.

Los deportistas de élite que compiten en la naturaleza agradecieron volver a tener contacto con el medio

Algunos clubes, como el Força Lleida, han pasado a un plan para el regreso paulatino a la actividad

Andreu Tomàs, que está pasando el confinamiento en Tremp junto a su familia gracias a que puede seguir trabajando vía telemática, explicó que volver a hacer deporte fuera de las cuatro paredes “ha sido como volver a respirar, ha sido una bocanada de aire fresco. Soy una persona muy activa y, pese a que he llevado bien el confinamiento en casa (ha recorrido 1.000 kilómetros en 14 días sobre una bicicleta con rodillo, con un desnivel de más de 14.000 metros positivos), necesitaba salir para hacer deporte y disfrutar de los parajes que tenemos aquí en el Pallars, que es un paraíso”, añadió. El sábado cubrió cerca de 40 kilómetros por los alrededores de Tremp con su bicicleta, otra de sus pasiones al margen del hockey.

Por su parte, los baloncestistas de Força Lleida Agustí Sans y el neoyorquino Eddy Polanco, tampoco desaprovecharon el levantamiento parcial de la cuarentena y también salieron a la calle para hacer deporte. El escolta balear lo hizo en Menorca, de donde es natural. “Ya no recordaba lo que era correr al aire libre. Ha sido una liberación, me ha relajado mucho”, explica el jugador del Força Lleida, que sigue el plan para el regreso gradual a la actividad diseñado por el club, con el que tiene contrato en vigor la próxima temporada. Su compañero Eddy Polanco, que ha pasado todo el confinamiento en Lleida esperando, precisamente, poder entrenar lo antes posible, recorrió las calles de Pardinyes para habituarse después de casi dos meses encerrado solo en su piso de Baró de Maials, que compartía con Shaquille O’Neal, que junto a los estadounidenses Eric Stutz y Steve Santana regresaron a sus países de origen al inicio de la crisis sanitaria. “Físicamente me he sentido un poco cansado después de tanto tiempo sin hacer una actividad de forma regular, pero muy feliz de haber podido salir a hacer deporte y ver a la gente”, explicó ayer el estadounidense de origen dominicano, quien espera seguir la próxima temporada en el club leridano.

Tampoco perdió la oportunidad de correr al aire libre la jugadora de balonmano Irina Pop, de la Associació Lleidanata, equipo que tiene pie y medio en la División de Honor Plata después de cancelarse la Liga como líder destacado. “No se puede describir la sensación de volver a correr fuera después de tanto tiempo encerrada. He hecho mucho deporte en casa, pero necesitaba salir a correr para despejar la mente, lo deseaba. Cuando llegué a casa el sábado era otra, dormí muy feliz”, explica la jugadora rumana, que podría haber contraído el coronavirus. “Al inicio del confinamiento pasé unos días con fiebre y malestar, igual que una de mis hijas. No nos hicieron la prueba, pero cabe la posibilidad de que hayamos pasado la enfermedad”, explicó Irina desde la localidad aragonesa de Albalate, donde reside. Ella, al igual que el resto, cuentan los días para volver a pisar una pista. “Tengo unas ganas tremendas de volver a entrenar y jugar con mis compañeras, aunque soy consciente de que la temporada que viene no será nada fácil por culpa del coronavirus”, dijo.

Ramona Gabriel, ganadora en dos ocasiones de la Titan Desert y que afrontará una nueva aventura en el desierto marroquí en noviembre, aprovechó el fin de semana para sacar el polvo de su BTT después de semanas entrenando en un rodillo instalado en su salón y balcón. La ciclista de Ponts destacó “la sensación de libertad” durante las más de dos horas que sumó durante el fin de semana y los más de 80 kilómetros por pistas. “La verdad es que estoy satisfecha con el trabajo con el rodillo, algo que no había probado en toda mi carrera deportiva. Las piernas han respondido bien, aunque hay que ir paso a paso”, añadió Gabriel. La leridana forma parte de la lista de ciclistas de BTT de alto nivel, por lo que podrá entrenar sin una restricción horaria ni límite en al propio municipio de Ponts.

Por su parte, el palista internacional Miquel Travé, al igual que muchos de sus compañeros de la selección estatal de eslalon, han aprovechado el fin de semana para recuperar el tiempo perdido en los entrenamientos en kayac y canoa. El leridano no lo dudó y cargó con su canoa para afrontar las primeras puertas en semanas en el río Valira. Travé tuvo que montar su propio gimnasio en su domicilio, utilizando un garaje y el material que le había facilitado la Federación Española. “Tenía la ventaja de poder tener un espacio más abierto para poder estar en contacto con la naturaleza”. Al igual que sus compañeros de la selección, el palista de La Seu ha recibido instrucciones de los órganos federativos sobre el regreso a los entrenamientos, evitando así lesiones que podrían truncar una temporada aún en el aire.

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