Pifarré medita competir con Suiza

Miquel Àngel Pifarré, el mejor arquero leridano del momento, afronta la pandemia del coronavirus en Suiza, donde reside con su novia Melany desde el pasado verano, cuando decidió dar un giro a su vida tras renunciar a sus opciones de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. El arquero del Club de Tir amb Arc Pardinyes, de 27 años, vive en Sédeilles, un pueblo del Cantón de Vaud, a unos 40 kilómetros de Lausana, ciudad donde trabaja desde el pasado noviembre en un centro de tiro con arco adscrito a la Federación Internacional de este deporte.

Tras frustrarse su participación en los Juegos de Río de Janeiro de 2016, entonces por unos criterios un tanto partidistas de los técnicos, que incluso hizo que su club presentara una queja ante la Federación Española, ahora se ha quedado fuera de la cita nipona. “Estaba en las Becas Podio y este año no me propusieron para renovarlas, y a partir de ahí empezó la mala relación”, denuncia el leridano. “Me abrieron la puerta a irme en mayo, justo antes del proceso de selección de 2019 para ir a las Copas del Mundo y luchar por las plazas olímpicas. Estaba cansado y decidí irme a vivir a Suiza con mi novia. Allí la idea era seguir entrenando para tener opciones de ir a los Juegos, pero tenía que pagarme los viajes para competir en el extranjero y no tenía ayudas, así que decidí apartarme”, explica.

Trabaja desde noviembre de instructor de base y adultos en un centro de tiro con arco de Lausana

Como no podía competir en las clasificatoria olímpicas por falta de respaldo económico, decidió renunciar, pero lo hizo fuera del plazo reglamentario, lo que le supuso una sanción de un año sin competir a nivel internacional. “La razón que esgrimí fue que no tenía dinero para sufragarme los viajes para competir, y su respuesta fue que no era una razón válida y que estaba sancionado sin más”, apunta resignado.

Sin poder competir fuera de España hasta 2022, Pifarré, que tiene en su historial dos títulos de campeón de España de arco recurvo (2016 y 2018), se está planteando seriamente cambiar de país. “Estoy meditando competir por Suiza. Sé que no podría competir en Juegos, ni Europeos, ni Mundiales, pero podría acudir a las Copas del Mundo y grandes premios. De momento no me he sacado la licencia, pero es una buena opción para mí”, reconoce. Para ello tiene que estar un año sin competir en el extranjero, que es justo la sanción que le ha impuesto la Federación Española.

“Te encuentras más gente en el bosque que en la calle” Desde noviembre trabaja en el centro de tiro con arco de Lausana, donde ejerce de instructor y se encarga de organizar actividades, labores que desempeñaba su novia antes de entrar en la Federación Internacional. “Estaba colaborando con el centro en algunos programas, me ofrecieron el puesto y acepté encantado. Desde noviembre llevo trabajando allí y la verdad es que estoy muy contento”, comenta Pifarré, que sobrelleva la pandemia mejor que si estuviera en Lleida. “Aquí la situación está mejorando, aunque no ha sido tan alarmante como en otros países”, reconoce. “En Suiza no ha habido un confinamiento tan estricto, aunque la gente se ha concienciado de la situación y ha tomado medidas. Te encuentras más gente paseando por el bosque que tenemos al lado de casa que en la calle. Siempre hemos podido salir de casa”, explica. Actualmente está en casa sin poder trabajar, dado que se han cancelado todas las actividades deportivas y las instalaciones. Uno de sus quebraderos de cabeza es si podrán casarse a finales de agosto.