El golf se reinicia en Lleida

El Aravell Golf & Country Club, el único campo leridano situado en la región sanitaria del Alt Pirineu y Aran, donde la población se rige por las medidas de la desescalada de la fase 1, reabrió ayer sus instalaciones tras dos meses de inactividad, aunque con las restricciones preceptivas debido a la Covid-19. Para empezar, los jugadores deben reservar tanto la hora para acceder al campo como el alquiler del material, y el pago debe hacerse con tarjeta de crédito o a cuenta del socio.

La directora del club, Beatriz Cantero, explicaba ayer que no está permitida la entrada de los socios dentro de las instalaciones cubiertas y que la casa-club permanecerá cerrada, por lo que los jugadores deben venir ya vestidos para jugar. Una de las medidas de prevención que ha traído más de cabeza a los responsables ha sido la fórmula para que los jugadores no toquen ni quiten las banderas de los 18 hoyos del campo. “Hemos tenido que diseñar unas tapas para que la bola no entre en el hoyo y, de este modo, el jugador no tenga que manipular las banderas”, apuntó Cantero.

El club ha colocado unas tapas en cada hoyo para que no entre la bola y no haya que tocar la bandera

En el campo tampoco se pueden tocar los bancos para sentarse distribuidos por el recinto y no están disponibles los rastrillos, por lo que los deportistas deben alisar con los pies las marcas para dejar el búnker en las mejores condiciones posibles. En cuanto a los buggies y los carritos para llevar los palos, el club los alquila solo una vez al día y al finalizar la jornada se desinfectan. Solo han abierto el servicio de cafetería en la terraza y el restaurante prevén reabrirlo dentro de una semana. De una plantilla inicial de 20 trabajadores, el club cuenta, por el momento, con 12. El horario en esta reapertura es de las 8.30 a las 14.30 horas.

“La sensación de volver a pisar la hierba ha sido sensacional” Carlos Bruna y Roger Marsh llegaron ayer desde la Val d’Aran y fueron de los pocos afortunados en poder estrenar la reapertura del Aravell Golf. Dos horas de viaje para volver a jugar después de seis meses de parón. “Se nos han juntado los dos meses de confinamiento más los meses anteriores de invierno cuando la práctica queda muy limitada. Así que había muchas ganas”, explicaba Bruna. Al Aravell vienen unas 4 o 5 veces al año, pero las limitaciones impuestas por el proceso de desescalada harán que se conviertan en asiduos a este campo por un tiempo. De hecho, mañana jueves vuelven a tener reserva. “La sensación de volver a pisar la hierba ha sido sensacional”, coincidieron en afirmar. Hasta que el Gobierno no permita la reapertura de las fronteras y se permita la movilidad entre el Alt Urgell y Andorra, la actividad en este campo de golf quedará muy limitada. El 95% de los 240 socios del club son ciudadanos del país vecino que todavía no pueden volver a estas instalaciones.