DEPORTES
Derrumbe de los ingresos
El impacto de la crisis provocada por el coronavirus en el FC Barcelona que manejan los gestores del club alcanza los 154 millones de euros para esta temporada, según publicó ayer La Vanguardia. El objetivo es ahora amortiguar este descenso reduciendo gastos en todos los departamentos. La medida más visible ha sido la rebaja de los salarios de las plantillas profesionales, así como de empleados a través de la aplicación de un ERTE, aunque se da por hecho que este ejercicio se cerrará con pérdidas. A la espera del 30 de junio, cuando se cierra este ejercicio, el Camp Nou sigue cerrado, como también el museo, así que los ingresos por la venta de entradas y paquetes derivados continuarán paralizados. En la misma situación están las escuelas y las tiendas oficiales.
De cara a la próxima temporada hay mucha incertidumbre. Los principales ingresos pasan por la apertura del Camp Nou. El informe que maneja el club contempla dos escenarios. El más optimista cree que los partidos se disputarán con público en noviembre y el más realista, en febrero del 2021. Los 50 millones anuales que aportan los abonos experimentarán una reducción, así como el Seient Lliure, el sistema de venta destinada a un turismo castigado a su vez por el virus. La intención de la directiva es comprimir las plantillas de todas las secciones, aprovechando los contratos que expiran, y completar los equipos con jugadores de los filiales. En el primer equipo de fútbol se da la circunstancia de que ningún jugador acaba contrato este verano, pero la consigna interna es adelgazar nóminas a través de trueques. Bartomeu y la directiva tratarán estos temas en la próxima reunión de la junta.