Dos décadas del 'doblete'

“Se alinearon muchos astros a nuestro favor, podíamos hacer algo grande y lo hicimos”. Así recordaba ayer Juan Campillos la histórica gesta que protagonizó el equipo juvenil de voleibol del Colegio Episcopal. Este mes de mayo se han cumplido veinte años de un doblete que volvió a poner al voleibol leridano en el mapa de la élite estatal. Si en 1999, el Episcopal ya hizo historia al ganar en casa, ante su afición, un primer título de Campeón de España Juvenil, al año siguiente, en 2020, llegó un meritorio doblete, ya que encadenó un segundo título en Huelva. Muchos de aquellos “Chicos de oro” llegaron a la élite, bien con el propio Episcopal o su ‘heredero’, el Volley Lleida, o en otros equipos de la máxima categoría estatal.

“Tengo grandes recuerdos de aquella época, que ahora rememoro con alegría y nostalgia”, añade Campillos. “En el colegio estaba Carlos Oca, que es un máquina y también Simón Figueras. Trabajaron muy bien a un grupo de jugadores muy implicados y se formó un gran equipo. Entrenábamos cuatro días a la semana, que para un equipo juvenil era mucho”.

De ese grupo salió el Volley Lleida, que con hombres como Miquel Barniol o el búlgaro Miltcho Milanov, llegaron a la máxima categoria, hasta que desapareció el club. “Eramos hasta demasiado profesionales en esa época y el club no tenía base”, rememora Campillos, que junto a otres exjugadores de esa etapa tomaron el testico en el actual Balàfia Volei. “Aprendimos de aquellos errores y hemos dado más importancia a la formación de jugadores” y lamenta que, el compromiso de aquella generación, hoy ya no se ve. “Los chicos ahora no se comprometen con nada”.