GOLF REPORTAJE
Siete jugadores formados en el Raimat Golf Club han accedido a becas de los EEUU
De izquierda a derecha, Núria Llobet, Albert Duart, Toni Farreras, Ares Boira y Xus Boira.
Conseguir estudiar en una universidad norteamericana gracias a una beca es posible alcanzando un buen nivel en golf. Así se explica que siete jugadores formados en la escuela del Raimat Golf Club, un porcentaje muy alto, hayan podido compaginar los estudios con deporte de alto nivel y proyectarse un futuro profesional muy halagüeño en el mundo universitario estadounidense. Los leridanos Emilio Cuartero (Missouri University), las hermanas Ares (Missouri Saint Louis U.) y Xus Boira (North Carolina A&T State), Cristina Casanella (Wingate University, North Carolina), Núria Llobet (Erskine College, South Carolina) y Albert Duart (Wentworth Institute of Technology Leopards Boston), además del andorrano Eric Galimany son el ejemplo. “Al principio piensas que es algo inalcanzable, pero después ves que no. Hemos detectado que nuestros alumnos cuando alcanzan ya los 17 años son jugadores de primera categoría. Ninguno tiene más de un 4,4 de hándicap y en este nivel las universidades americanas les buscan para sus competiciones”, explica Toni Farreras, profesor de la escuela del Raimat GC junto con Dani González.
El golf, cuando se alcanza un alto nivel, abre puertas en EEUU, pero sin olvidar que las pruebas de acceso son muy exigentes. En primer lugar, hay que hacer el SAT, un examen de comprensión escrita y matemática en inglés. Es un equivalente al examen de selectividad en España. Además, hay que hacer el TOEFL, un examen de inglés para estudiantes de habla no inglesa. Y las becas dependen de las notas que se consigan en las dos pruebas. Por eso, hay que intentar conseguir las mejores notas posibles y hay pocas fechas para hacer las dos pruebas. Especialmente en el caso del SAT, ya que solo hay cuatro convocatorias por curso. Todos los trámites se hacen a través de agencias especializadas. “El caso más conocido es el del vasco Jon Rahm, al que eligió una universidad de primer nivel (Arizona State) y es el número 2 mundial”, concluye Farreras.
