DEPORTES
“Hemos vuelto a disfrutar”
Treinta nadadores federados, con dos por calle y divididos en dos turnos, estrenaron en el CN Lleida la reapertura de piscinas en fase 1 || En la de Balaguer hubo 50 y hoy reabrirá la del Sícoris
La actividad volvió ayer a las piscinas de uso deportivo en la región sanitaria de Lleida tras estar los nadadores más de dos meses condenados a realizar únicamente preparación física en sus casas. “Les hemos dicho antes de empezar que tenían que disfrutar al máximo de cada brazada y la verdad es que lo hemos hecho. Estamos muy contentos por haber vuelto al agua”, explicó Erika Espejo, entrenadora del CN Lleida que, junto a Josep Maria Rojano, volvieron a dirigir los entrenamientos de los nadadores del club. Fue la piscina cubierta de 25 metros del CN Lleida junto a la municipal de Balaguer las únicas que se reabrieron ayer en esta región sanitaria de Lleida que todavía está en fase 1. Hoy lo hará el Sícoris. El protocolo fue muy estricto en ambos casos. Llegada con mascarillas y limpieza con hidrogeles, dos nadadores como máximo por calle y desinfección de las zonas donde descansaban fuera del agua y sin posibilidad de ducharse en las instalaciones.
El CN Lleida destinó la franja horaria de las 6.00 a las 10.00 a los nadadores federados. Luego, durante el día, fueron llegando socios del club, todos con cita previa, para única y exclusivamente nadar, no para hacer actividad recreativa en el agua. Hay quien, incluso, tenía la natación como prescripción médica.
El uso era solo deportivo, con cita previa y desinfectando las zonas fuera del agua
Los nadadores federados del club que participaron en la reapertura fueron los mayores de 14 años en dos turnos de 105 minutos, uno con 16 deportistas y otro con 14. Treinta en total para un club que cuenta con casi 130 nadadores. Hasta la otra semana no está previsto que accedan los menores de 14 años. Tampoco estuvo la campeona Paula Juste que, desde la semana pasada, se ejercita en el CAR de Sant Cugat como Deportista de Alto Nivel (DAN) que es.
Por su parte, Balaguer reabrió la piscina municipal cubierta a la que asistieron por la mañana usuarios abonados y por la tarde en tres turnos, según edades, los nadadores del CEN Balaguer. David Pifarré, entrenador del club, destacó “la alegría con la que han acogido los chavales la vuelta al agua. Han acabado todos bastante cansados, pero se trataba de recuperar sensaciones. No hay prisa porque no hay competiciones a la vista”. Medio centenar de nadadores, sobre los cerca de 90 que tiene el club, se ejercitaron ayer.
Pifarré valoró la importancia de volver a entrenar en una piscina después de más de dos meses parados. “Por cada día perdido de entrenamiento en la piscina necesitamos dos o tres para recuperar. Es decir, que los dos meses parados supone para los nadadores tardar entre 6 y 7 meses para recuperar la forma en la que estaban”, concluyó.