DEPORTES
El Madrid replica al Barça
El regreso de Eden Hazard cambió la cara ofensiva de un Real Madrid que desató la pegada que le faltó antes del parón por la pandemia, para sentenciar en la primera parte a un Eibar que nunca dejó de luchar.
Del imponente Santiago Bernabéu al sonido de pájaros entre las voces de los futbolistas en el Alfredo Di Stéfano. La nueva vida del Madrid caminó entre la extrañeza de un nuevo escenario, la falta de ritmo que por momentos daba tintes de amistoso al partido y la pegada demoledora inexistente antes del parón. Todo se le ponía de cara a los de Zidane nada más arrancar. La primera que encaró Hazard, el balón llegó a Benzema en posición dudosa. El remate del galo lo recogió Kroos, que colocó el balón en la escuadra a los cuatro minutos.
El Eibar no se achantó y mantuvo un pulso sin llegadas. Los de Zidane demostraron tener bien tomadas las medidas a su nueva casa, con buenas salidas en largo, y el peligro de la contra. Kike tuvo la visitante, pidiendo penalti de Carvajal, mientras Hazard y Rodrygo, sorpresa en el once, intercambiaban sus bandas. La salida del Madrid resultó letal a la media hora, iniciada y terminada por Ramos para poner el 2-0.
Poco después, asimilando aún la bronca de Mendilibar en la pausa de hidratación, Benzema y Hazard generaron por la banda derecha el desmarque del belga y un disparo que terminó llegando a Marcelo, quien celebró su gol con la rodilla en el suelo contra el racismo. El Eibar, empeñado siempre en competir y más con la zona de descenso a dos puntos, entró mejor en el segundo tiempo y Edu Expósito tuvo dos veces el gol ante Courtois, una por un regalo del propio portero blanco. La insistencia armera tuvo su premio en un gol con fortuna. Poco después, Sergi Enrich envió un balón al larguero y Pedro León tuvo un mano a mano con Courtois, pero al Eibar se le acabó la gasolina.
Marcelo hinca la rodilla tras marcar como protesta contra el racismo El brasileño Marcelo Vieira, autor del tercer tanto del Real Madrid ante el Eibar en el minuto 37, lo celebró apoyando la rodilla izquierda en el césped y levantando el puño al cielo, un gesto de protesta contra el racismo de nuevo de actualidad tras el fallecimiento del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía en Mineápolis el pasado 25 de mayo. El tanto lo marcó Marcelo con un buen disparo tras hacerse con un rechace en la frontal del área.