DEPORTES
Artesa de Segre estrenó ayer el primer autofútbol de Catalunya con una veintena de vehículos
Pau y su padre, Raúl González, fueron los primeros en entrar. A la derecha, el control de acceso a la explanada donde estaba la pantalla.
“Estoy muy contento de la repercusión que ha tenido esta iniciativa y, si viene gente, estaré más contento”, explicaba Josep Maria Sabartés, el promotor del primer autofútbol montado en Catalunya y que se estrenó ayer en Artesa de Segre con el Sevilla-Barcelona. Dado que la asistencia no fue la esperada, la vida de esta propuesta puede ser efímera. “Si no viene gente haré otro partido más y lo dejaré correr”, añadía, por lo que probablemente el segundo y último partido será el Barcelona-Atlético.
“Es una buena iniciativa para un pueblo pequeño como Artesa de Segre”, explicaba Josep Baró, presidente de la Penya Barcelonista de Artesa de Segre i Comarca, que ha dado apoyo a esta propuesta. “Tenemos 340 socios y en el local no cabemos, aquí tenemos más espacio”, explicaba. “Es algo que no se ha hecho nunca”, recordaba.
“Es una manera diferente de verlo”, explicaba Josep Baró, presidente de la Penya Barcelonista local
El primer vehículo en entrar en la explanada del aparcamiento de la escuela e instituto Els Planells fue el de Raúl González y su hijo Pau. Entraron una hora y veinte minutos antes del inicio del partido. “Hemos venido pronto porque el niño estaba nervioso y así también podemos elegir sitio”, explicaba el padre, al que uno de los voluntarios le ofrece la posibilidad de limpiarle el parabrisas totalmente gratis. Los asistentes, que deben sintonizar el 106.3 de la radio del coche para escuchar el partido, también tienen la posibilidad de comer bocadillos, acompañados de bebidas.
Otro vecino de Artesa, Jaume González, acudió porque encuentra que es “una iniciativa divertida” que le recuerda cuando iba al autocine en Barcelona. Tampoco se lo perdió Ramon Giribet Boneta, padre del exjugador Roger Giribet, que jugó con Messi en el fútbol base del Barça. “No soy muy futbolero pero lo encuentro original, por eso he venido”.
Sabartés admite que “algunos me han dicho que 10 euros de donativo es caro. Pero es que el montaje vale dinero”.
Pau y su padre, Raúl González, fueron los primeros en entrar. A la derecha, el control de acceso a la explanada donde estaba la pantalla.
Pau y su padre, Raúl González, fueron los primeros en entrar. A la derecha, el control de acceso a la explanada donde estaba la pantalla.
