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Gerard Piqué, muy seguro durante todo el partido, despeja un balón aéreo con la cabeza.

Gerard Piqué, muy seguro durante todo el partido, despeja un balón aéreo con la cabeza.EUROPA PRESS

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El Barça no pasó ayer del empate (0-0) ante el Sevilla en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y ello hace que peligre su liderato en LaLiga, al que acecha el Real Madrid, que si mañana gana en San Sebastián ante la Real Sociedad se hará con el primer puesto gracias a su mejor average particular. El Barcelona estuvo mejor en la media primera media hora de partido, pero se atascó ante la meta rival y el Sevilla empezó a controlar hasta el descanso, también parte de la segunda mitad y supo aguantar los envites finales de los azulgranas.

El Barça, en su pulso particular con el Madrid, se presentó en el estadio sevillista con la necesidad de seguir sumando de tres en tres para que su máximo rival no tuviera opciones de arrebatarle la privilegiada posición. Para ello, Quiue Setién sacó desde el inicio a Luis Suárez, que volvía a la titularidad cinco meses después tras superar una lesión y que buscaba rentabilizar su compenetración con Leo Messi. El danés Martin Braithwaine fue el otro arriba, lo que dejó al francés Antonine Griezmann en la suplencia. Intentó el Sevilla presionar alto para que el adversario tuviera complicada la salida del balón, pero el Barça también quiso hacer lo mismo y salió victorioso de inicio. Luis Suárez probó muy pronto pero su remate no tuvo problemas para el meta checo Tomas Vaclík, aunque el cuadro azulgrana ganó siempre el pulso en el centro del campo y fue el controlador del juego ante un rival que tenía poco el balón en su poder.

El Barça entró mejor en el partido y lo acabó dominando, pero sin grandes ocasiones

Pese a ello,

Koundé

, tras una jugada a balón parado, sí que puso en aprietos a Ter Stegen con una pelota rasa que salió ajustada a un palo. Esa fue una acción aislada de los locales, ya que el Barcelona atosigó siempre a su adversario y estuvo mucho más solvente ante el despiste de los sevillistas, entre los que Koundé volvió a ser protagonista, ahora al despejar a córner con la cabeza un balón que se colaba tras un lanzamiento libre directo de Messi. El gol se veía cerca del lado del cuadro azulgrana, solvente en la defensa, dominador en el centro del campo y como un martillo pilón en penetraciones sobre el área local, lo que desesperó a Lopetegui en el banquillo, quien tuvo la pausa de la hidratación de la media hora para intentar corregir la disposición de los suyos. Pareció que la interrupción del juego le dio algo de aire al Sevilla para el tramo final de la primera parte, en la que

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