La movilidad llega al cielo

Las actividades de turismo activo y de naturaleza, como los deportes aéreos, vuelven a sonreír, después de que el pasado jueves con la entrada de Barcelona y Lleida a la fase 3 la movilidad estuviera permitida sin restricciones en toda Catalunya y después en todo el Estado. Tanto en Àger como en Organyà, los dos principales núcleos de los deportes aéreos de vuelo libre en Lleida, el fin de semana ha sido un goteo de reservas y clientes que mayoritariamente vienen de Barcelona. “Desde el jueves hemos volado bastante”, comentaba ayer con cierto alivio Gustavo Pérez, propietario de Albatros, una de las empresas pioneras del vuelo libre en asentarse en Àger. Algo similar ha ocurrido con las otras empresas de la zona.

En Organyà, David Guardiola, de la firma Parapent Organyà, respiraba ayer por fin después de tres meses sin facturar. Cuando pudo reabrir en mayo, al entrar en fase 1 la región sanitaria de Alt Pirineu y Aran, Guardiola incidió en que no servía de gran cosa, más que para probar las nuevas medidas de higiene y seguridad, al no haber clientes, ya que la mayoría proceden de Barcelona y no podían desplazarse. “Por fin estamos funcionando, con aforo limitado en la tienda y con todas las medidas de higiene, pero aún estamos a medio gas. Si lo comparamos con el año pasado a estas alturas, estamos a un 50% de clientes”, explicó Guardiola.

Los clientes, sobre todo de Barcelona, han ido llegando desde el jueves pero se ha funcionado a un 50%

Por otra parte, la “nueva normalidad” también se notará hoy con la reapertura del mayor gimnasio de Lleida, Ekke, cuyo personal estaba ultimando ayer los preparativos.

También abrirá hoy la piscina de 50 metros al aire libre del CN Lleida que estaba en obras.