Alcarràs recupera su actividad

Con la instauración de la llamada ‘nueva normalidad’, las instalaciones deportivas van recuperando poco a poco la actividad que tenían antes de la crisis sanitaria del coronavirus. El Circuit d’Alcarràs, el único de asfalto homologado en toda la provincia de Lleida, lleva ya unas semanas acogiendo tandas de entrenamientos privadas, cada vez más numerosas después de levantarse las restricciones de movilidad. Ayer albergó un test organizado por la Federación Catalana de Motociclismo para que los pilotos probaran las motos que utilizarán durante la Copa Yamaha de promovelocidad, reservada a jóvenes promesas y que tiene previsto arrancar en el plazo de un mes.

Fueron dieciocho los pilotos de promoción que ayer rodaron por la pista de Alcarràs, que compartieron asfalto con otros ochenta corredores que tomaron parte en las tandas privadas de entrenamiento. Durante la sesión, que inicialmente debía disputarse hoy en el circuito tarraconense de Calafat, los pilotos, mecánicos y sus acompañantes tenían que seguir un estricto protocolo de seguridad impuesto por la Catalana por la Covid-19. En este sentido, era obligatorio el uso de mascarilla y guantes durante toda la sesión, así como usar el gel hidroalcohólico al acceder al circuito y guardar la distancia física de seguridad.

El trazado acogerá el 12 de julio su primera prueba postcoronavirus, el Campeonato Mediterráneo

En el plano deportivo, el Circuit d’Alcarràs acogerá su primera carrera postcoronavirus el próximo 12 de julio con una doble cita: el Campeonato Mediterráneo y Catalán de velocidad y el de Catalunya de Clásicas, que congregarán a cerca de un centenar de pilotos. Para septiembre, concretamente el día 6, está prevista la Copa Catalana de promovelocidad, mientras que el 14 y 15 de noviembre se disputará en el circuito mixto la última cita del Campeonato de España de supermoto.