BALONCESTO LEB ORO
Félix González se despide como presidente del Força Lleida acusando a sus socios de “falta de responsabilidad”
Félix González se despide como presidente del Força Lleida acusando a sus socios de “falta de responsabilidad” || Desvela una deuda de casi medio millón
Félix González ha roto su silencio nueve días después de dejar la presidencia del Força Lleida, forzado tras prosperar la moción de censura presentada por ocho de sus once socios. Lo ha hecho a través de una carta enviada ayer en la que acusa a sus compañeros de junta de “no asumir grandes responsabilidades” y de tener que ser un “presidente tremendamente ejecutivo”, al tiempo que deja claro que no dimitió para evitarse responsabilidades en el futuro en caso de una mala gestión de la nueva directiva y desveló que la deuda del club gestada en sus dos primeras temporadas por el caso de los “contratos duplicados” se acerca al medio millón de euros.
Inicia la misiva recordando que se embarcó en el proyecto en 2012 a petición de una serie de personas para “mantener el deporte profesional” y que fue “un trabajo imaginativo y especial. Fue un caso de escuela de negocios, innovador y difícil de repetir, que además debía evitar cualquier problema de sucesión de empresa respecto del proyecto anterior”, en alusión al Lleida Bàsquet, acuciado por las deudas y embargado por Hacienda. Dice que su tarea de presidente era, de inicio, “no ejecutiva y acepté”, pero reconoce que “los acontecimientos posteriores e inmediatos provocaron la salida de los dos gestores (de todos conocidos) –en referencia a Edu Torres y Francesc Perarnau– y, ante el enorme agujero que crearon (próximo al medio millón de euros, como reflejan las cuentas anuales presentadas en el registro), me vi obligado a convertirme en un presidente ejecutivo y, por necesidad, tremendamente ejecutivo. El resto de socios continuaron haciendo el mismo papel, sin asumir grandes responsabilidades, salvo honrosas excepciones (Pere Pauné, el vicepresidente segundo que presentó su dimisión tras la moción de censura)”. Apunta que “Pep Castarlenas, primero y Albert Aliaga (el nuevo presiente), después, me ayudaron varios años. Esta temporada la situación fue diferente”. Añade que “el tremendo agujero creado por nuestros socios gestores en las temporadas 2012-13 y 2013-14 hizo imposible poder profesionalizar el club y contar con un staff de gestión con plena dedicación y suficiente nivel”, aunque apuntó que “hoy el club está en una situación compleja (como la mayoría) pero no mala”, destacando los convenios con Paeria e ICG.
Reconoce que gestionar el Força Lleida estos años ha sido una de las tareas “más complejas y difíciles” que ha tenido en sus casi 40 años de vida profesional, aunque “no me arrepiento”, dice. González también explicó por qué no dimitió. Dice que hubiera sido “lo más cómodo, pero no lo mejor de cara al futuro”, y lo justificó: “como sabéis la responsabilidad de los administradores de cualquier entidad permanece durante dos años. Por nada del mundo quiero tener problemas y responsabilidades por lo que yo no he gestionado desde el pasado día 9. Si en el futuro hay problemas en el club se podría decir: ‘Félix abandonó el barco y nos dejó el problema y claro...’. No, Félix no ha dejado nada, una mayoría de socios han forzado su salida y se han hecho cargo de la gestión del club bajo su total responsabilidad”, aseveró.