INSTALACIONES LOS EFECTOS DEL CORONAVIRUS
Regreso al gimnasio
Los clubs leridanos volvieron a abrir ayer sus puertas después de que la Generalitat levantó sus restricciones || Los usuarios ya pueden practicar, además de la natación, deportes al aire libre
Clase de spinning en el Trèvol, con suficiente espacio entre las bicicletas como para guardar las distancias mínimas exigidas.
Con aforos al 50 por ciento, reservando actividades a través de la cita previa y guardando todas las medidas se higiene exigidas, los gimnasios y clubes privados leridanos ya pudieron ofrecer ayer todo su catalogo de actividades físicas, después de que la Generalitat levantara las restricciones en Lleida ciudad. Si el pasado sábado pudieron abrir sus piscinas, ayer fue el turno de los gimnasios y de las actividades exteriores, como tenis o pádel. Los clubes aprovecharon la reapertura para reivindicarse como centros de salud y rechazan que se les trate o compare como a actividades de ocio.
“Hacer deporte ayuda al organismo a luchar contra las enfermedades. Cuanto más fuerte estás, más fácil resulta”, explicaba Maria Campos, del Trèvol, quien admite que “la gente ya tenía ganas de volver”.
Los centros pueden llenar el 50% de aforo y las actividades se tienen que solicitar con cita previa
Similar opinión mostraba Òscar Villaverde, presidente del Club Tennis Lleida. “El deporte ayuda a estar más fuerte. Y así vamos a derrotar al virus entre todos”. Su club, como el resto, han adaptado sus instalaciones a las medidas sanitarias exigidas y en el caso del Urgell instalando un software que permite saber en cada momento cuanta gente hay en club. “Se activa con un llavero y ya hemos repartido más de 200 de los 1.400 que hemos pedido”. “Somos centros de salud, aquí se hace deporte”, decía José Luis Solans, presidente del CT Lleida.
“La gente entendió que en marzo se cerrara todo. Pero lo que no se entiende es que algunos estén abiertos, otros cerrados y otros a medias”, añadía Jordi Casanya, gerente del Sícoris Club.
El Ekke, por su parte, abrirá hoy y Pep Castarlenas, como el resto de responsables de centros, destacaba la “responsabilidad que mostramos tanto los gimnasios, que trabajamos la salud, como los usuarios”.
Clase de spinning en el Trèvol, con suficiente espacio entre las bicicletas como para guardar las distancias mínimas exigidas.
Clase de spinning en el Trèvol, con suficiente espacio entre las bicicletas como para guardar las distancias mínimas exigidas.
