El Sevilla, eterno campeón

El Sevilla conquistó ayer la sexta Liga Europa de su historia, la tercera en el último lustro, después de batir al Inter (3-2) gracias a los goles de De Jong, que firmó un doblete, y Lukaku en propia meta, que resolvió una vibrante final a 16 minutos de la conclusión.

El choque desprendió electricidad desde el inicio. A los tres minutos el Inter sacó tajada de un balón largo a la espalda de la defensa sevillista. Lukaku ganó la carrera a Diego Carlos y este sólo pudo trabarle. El penalti lo transformó él mismo. Los de Nervión se olvidaron del marcador y retomaron el dominio. Fernando fue un mariscal y Jesús Navas se erigió en un puñal. El lateral internacional volvió a ser de los mejores y su primer centro al área acabó con el gol del empate. El 1-1 dio alas al conjunto andaluz. La ocasión más clara se marchó al lateral y diez minutos después llegó el 2-1 con otro cabezazo de De Jong. Sin embargo, el Inter fue un hueso duro de roer y copió la estrategia sevillista para empatar. Dos minutos después del éxtasis provocado por De Jong, Godín metió la cabeza y su remate besó las redes (2-2).

Lopetegui mantuvo el guión en el segundo asalto. Reguilón probó fortuna y la jugada fue una buena advertencia. Diego Carlos, a los 76 minutos, selló el gol de su carrera con una chilena. El remate acrobático del central fue desviado por Lukaku y el balón terminó por rebasar la línea. El 3-2 ya no se movió, ni tan siquiera cuando Alexis Sánchez vio como Koundé salvaba bajo palos un remate mordido que pudo haber forzado la prórroga. Nada cambió en los minutos finales, ni tan siquiera en los seis de añadido. El Sevilla aguantó como el mejor de los campeones y cerró una competición brillante con el título.