CICLISMO TOUR DE FRANCIA
Kristoff, líder tras el caos
El noruego se viste de amarillo en Niza tras una primera etapa con múltiples caídas, aunque sin consecuencias serias para nadie || La lluvia complicó la jornada dejando el asfalto resbaladizo
El noruego Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) ganó ayer la primera etapa del Tour de Francia, celebrada sobre 156 kilómetros en Niza, en un sprint que le vistió como primer maillot amarillo y que dejó una jornada llena de caídas.
La lluvia acompañó gran parte de la etapa inaugural de un Tour histórico, saliendo en agosto por culpa de la pandemia de coronavirus y con las mascarillas como protagonistas. Con un primer parte que no dejó graves infortunios, todos pudieron cruzar la meta con Kristoff líder tras un arranque estresante.
Kristoff lanzó un ataque letal en los últimos 500 metros para ganar su cuarta etapa en la ronda francesa
Desde que comenzó la etapa, la fuga de Fabien Grellier (Total Direct Energie), Michael Schär (CCC Team) y Cyril Gautier (B&B Hotels-Vital Concept) tomó la delantera. A la media hora, apareció la temida lluvia. Entonces comenzaron las múltiples caídas, en zonas estrechas, con rotondas y un asfalto muy resbaladizo. Los tres minutos de diferencia con el pelotón fueron bajando en el primer paso por la Côte de Rimiez, mientras las caídas parecían quedarse en sustos para muchos, como Miguel Ángel López (Astana) o el líder del Deceuninck, Alaphilippe. Las hubo a decenas.
Cada poco aparecía un corredor magullado. Nairo Quintana, Caleb Ewan, David de la Cruz, Mikel Nieve, Andrey Amador, fueron solo algunos de los perjudicados. A 100 kilómetros de meta, en un circuito que recorrieron tres veces aunque por dos caminos distintos, la fuga quedó neutralizada. La lluvia no se detuvo, pero no impidió que Omar Fraile y Gorka Izagirre, del Astana, buscaran un descenso más atrevido que no sonrió a ‘Supermán López’.
El colombiano, siguiendo a sus compañeros, perdió el control y se fue de cabeza contra una señal de tráfico, golpeándose. Quedaban 50 km, y entre discusiones en la cabeza de carrera sobre si había o no que apretar, el pelotón bajó el ritmo para no seguir tentando a la suerte. Así se redujo la tensión, hasta los últimos 10 kilómetros.
Sin embargo, una nueva caída a tres kilómetros del final dejó a muchos corredores en el suelo, entres ellos Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) o Marc Soler (Movistar Team). Justo pasada la pancarta de los 3 kms a meta, los tiempos de la etapa quedaron neutralizados y contaron hasta ese punto. El pelotón llegó sano y salvo a la meta, unos minutos después del gran ataque de Kristoff, a más de 60 kilómetros por hora los 500 metros finales para ganar su cuarta etapa en la ronda gala y vestirse de amarillo.