El Llista estrena casa

El Lleida Llista recibió ayer las llaves de la que tiene que ser su casa en los próximos meses, hasta que pueda volver a estar operativo el pabellón Onze de Setembre, convertido en hospital de campaña para atender, si es necesario, a pacientes del coronavirus. Y como es habitual al entrar a un nuevo hogar, lo primero que tuvo que hacer la plantilla listada fueron tareas de limpieza.

Después de tomar la temperatura a todos los que debían entrar en el recinto y, una vez cambiados en los dos vestuarios que utilizan, jugadores y técnicos procedieron a limpiar la pista, sobre la que lanzaron un líquido para evitar que resbalara. “¡Parece una pista de hielo!”, exclamó Bruno Di Benedetto, que fue el primero en probar el estado de la pista.

Albert Folguera celebra que el equipo haya iniciado los entrenamientos para adaptarse a la nueva pista

“Al menos ya hemos empezado”, valoró el técnico, Albert Folguera. “Nos ha costado 20 minutos empezar a entrenar porque hemos tenido que limpiar la pista, también hemos tenido que tirar líquido para que no resbalara tanto, hay gente trabajando en el pabellón... pero al menos estamos entrenando, que es lo que me preocupaba más”, añadía el técnico. “La pista estaba muy sucia. Desde marzo que no se había limpiado y con la pista sucia es imposible entrenar”, valoraba.

Los jugadores se encontraron, al llegar al pabellón, con un operario que estaba pintando las paredes del recinto. Jaume Galan, presidente del Club Patí Bell-lloc, que recibió a los listados para explicarles el funcionamiento del pabellón, comentaba que “hay que poner todo lo que se necesita para jugar en la Ok Liga”. Se trata de elementos que no se exigen en los partidos del CP Bell-lloc, ya que juega en Primera Catalana. Hay que poner cable para permitir la retransmisión de partidos en streaming, también una tarima para las cámaras de televisión, se han de colocar los marcadores de tiempo de posesión y megafonía, además de arreglar las vallas y pintar la pista, algo que se hará durante el viernes, sábado y domingo

Una vez instalados, Folguera destacó que “ahora tenemos que encontrar la normalidad y hacer que esta sea nuestra pista, nuestra casa. Y que no tengamos que pensar en nada más”.

Sobre la temporada y el riesgo de que tenga que volver a cancelarse, Folguera dijo que “tenemos que ir día a día, semana a semana. Lo que puede pasar no lo sabe nadie y, por tanto, no podemos mirar más allá de lo que hay. Si entrenamos, estamos a gusto y hacemos las cosas bien... después lo que llegue, llegará. No podemos pensar en nada más”.

El Llista ya ha jugado dos partidos a estar alturas, ambos ante el Igualada en la Lliga Catalana, competición en la que se clasificó el equipo de l’Anoia. Folguera ya ha sacado conclusiones. “Si, después de seis meses se ha notado muchísimo la inactividad. Tengo una idea de juego y si la cogemos podemos dar alegrías. Hay que cambiar algunas cosas, tenemos que ser más intensos y más rápidos y salir a la contra”, explicó.

También animó a la afición del Lleida a que, si las autoridades sanitarias lo permiten en algún momento, que vayan al pabellón de Bell-lloc a ver al equipo. “Si pueden entrar, que vengan todos los que puedan. Es un pabellón pequeño y tenemos que encontrarnos a gusto durante la competición”, concluyó.