FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN
Messi se queda a disgusto
El astro argentino justifica su marcha atrás porque “jamás iría a juicio contra el club de mi vida” y carga contra Bartomeu “porque no cumplió su palabra”|| Afirma que “no hay proyecto”
El ‘culebrón’ Messi llegó a su fin. Después de diez días del terremoto que sacudió al barcelonismo y al mundo del fútbol en general cuando Leo Messi envió un burofax al FC Barcelona anunciando su intención de marcharse, el astro argentino comunicó públicamente que se queda, eso sí a regañadientes e insistiendo que su deseo era irse, al tiempo que cargó su ira contra el presidente Josep Maria Bartomeu. “Jamás iría a juicio contra el club de mi vida, por eso me voy a quedar”, afirmó el futbolista en una extensa entrevista emitida en la web goal.com. “El presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible, y que luego había otra manera, que era ir a juicio. Siempre antepuse el club antes que cualquier cosa. Tuve posibilidad de irme del Barça muchas veces”, se explayó Messi.
Desde Argentina se había adelantado la noticia que no cobró oficialidad hasta que apareció el propio jugador a confirmarlo. A pesar de que horas antes el padre del futbolista emitió un comunicado diciéndole al presidente de LaLiga, Javier Tebas, que la patronal no tiene razón al sostener que la cláusula de rescisión es de 700 millones, el jugador no se irá ahora. Eso sí, a partir del 1 de enero es totalmente libre para negociar con cualquier club y para marcharse gratis a final de temporada.
El jugador azulgrana ya podrá negociar con cualquier club desde el 1 de enero ya que quedará libre
El futbolista cargó contra Bartomeu en varias ocasiones. “El presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me podía ir o me podía quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”, sentenció el argentino, que añadió: “Hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y se van tapando agujeros”. Sobre la controvertida decisión de mandar un burofax para pedir su salida dijo: “Era para hacer oficial que me quería ir porque el presidente no me daba bola”.
Según el argentino llevaba tiempo valorando marcharse y que no fue producto de un calentón por la dura derrota ante el Bayern (2-8). De hecho Messi reveló emocionado cómo se lo tomó su familia cuando les comunicó que pensaba en un cambio de aires. “Fue un drama. Todos se pusieron a llorar”.
Admitió que fue un año difícil en el que “me sentí dolido por cosas que escuché de la gente, del periodismo, de gente poniendo en duda mi barcelonismo y diciendo cosas que creo que no me merecía. Por más que me vaya o me quede, mi amor por el Barça no va a cambiar nunca”. Aseguró que, pese a todo, “mi actitud no va a cambiar. Voy a dar lo mejor. Siempre quiero ganar. No me gusta perder a nada”.