El difícil regreso del rugby

La vuelta a la normalidad del deporte no ha sido fácil para nadie. Pero para el rugby va a ser más complicada. La base de su juego, el contacto, hace muy difícil su retorno al terreno de juego. No se trata tan solo de la recepción de un balón que ha pasado por todas las manos, sino que las melés o los placajes entre jugadores hacen imposible su vuelta en el corto plazo. Pese a ello, esta semana ha iniciado los entrenamientos de pretemporada el Club Esportiu Inefc Lleida Rugby priorizando el desarrollo de esta práctica deportiva de manera segura y reduciendo al mínimo el riesgo de contagio. El martes comenzaron los equipos seniors de competición, el masculino y el femenino; el miércoles le tocó el turno a las categorías de formación (sub-14, sub-16 y sub-18); y el viernes la escuela con los sub-8, sub-10 y sub-12. Tal como afirma David Carreras, director deportivo, hay que acostumbrarse a la nueva normalidad, eso sí tomando todas las medidas de seguridad pertinentes.“Seguro que será una temporada diferente, pero el espíritu de nuestro club y de nuestro deporte continúa intacto”, dice Carreras, que tiene como secretaria técnica y a su vez coordinadora de la escuela a Anna Delshorts. En las categorías de formación está al frente Alberto del Rosal y en la competición Alfred Joven. Además, Alexandre Esqué ejerce como manager de delegados.

En una temporada normal, la competición comenzaría en octubre, pero la Federación Catalana de Rugby ha previsto ya varios escenarios. El primero propuesto sería arrancar el fin de semana del 5-6 de diciembre, y el segundo el del 6-7 de febrero. En cualquier caso, las Ligas serán más cortas. En los próximos días está previsto que se aprueben los calendarios y formatos de las competiciones.