Doblete esloveno y se hunde Bernal

El ciclista esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) se adjudicó ayer al esprint la decimoquinta etapa del Tour de Francia, disputada entre Lyon y el Grand Colombier sobre 174,5 kilómetros, mientras que su compatriota Primoz Roglic (Jumbo-Visma), que le disputó la victoria, afianzó su maillot amarillo en una jornada que supuso casi el adiós del colombiano Egan Bernal (Ineos), el vigente ganador de la carrera francesa.

El joven Pogacar, de 21 años, sumó su segundo triunfo y se consolidó como el teórico gran rival de Roglic y su demoledora formación para el triunfo, a falta de que los Alpes dicten sentencia en una pelea en la que esperan estar los españoles Mikel Landa (Bahrain-McLaren) y Enric Mas (Movistar Team), aún con buenas opciones al menos para el podio. El veterano Alejandro Valverde (Movistar Team) también rayó a buen nivel y se acerca al ‘Top 10’.

No fue una jornada ‘atractiva’ y repleta de ataques, pero la gran parte de culpa la tuvo seguramente el Jumbo-Visma. El equipo del líder ha cogido el mando casi imperial que tenía el Ineos/Sky en los últimos años y dominó el grupo de candidatos de principio a fin, aunque ese trabajo tampoco fue coronado por una mayor ambición de Roglic.

La formación neerlandesa llegó con su ‘jefe de filas’, con el estadounidense Seep Kuss y el neerlandés Tom Dumoulin a los metros finales de la meta, y antes, con Wout van Aert o Robert Gesink, impidió que nadie se saliese, hacia delante, del orden establecido. Sí, en cambio, ‘trituró’ a los que no estaban bien en un puerto de gran dureza como el Grand Colombier, entre ellos a los colombianos Egan Bernal y Nairo Quintana, que prácticamente, salvo recuperación milagrosa, dijeron adiós incluso al podio.

El colombiano Egan Bernal, abatido, dijo que “he sufrido desde la primera subida, creo que he perdido unos tres años de mi vida. Lo di todo, pero los otros están más fuertes”.