Tablas para empezar

El Lleida Llista comenzó el campeonato con un empate que hace justicia a lo que se vio en la pista que ha sido llamada del destierro en Bell-lloc, pero que más bien habría que decir de acogida para agradecer el gesto a la localidad del Pla d’Urgell, después de que el equipo de la capital del Segrià tuviese que buscar otra ‘casa’ debido a que el Onze de Setembre fue habilitado como hospital de campaña para acoger casos leves de Covid. El equipo de Albert Folguera estuvo siempre incómodo ante un recién ascendido como el Vendrell que logró imponer el ritmo que más le convenía y que después de ir dos veces por detrás en el marcador, a punto estuvo de llevarse la victoria.

Fue el Vendrell, además, un rival muy duro, que hizo de la pista un campo de minas y que cortó continuamente el juego superando la veintena de faltas, lo que habla a las claras de cómo se desarrolló el encuentro.

En esta temporada tan atípica hay que decir en primer lugar que ya no vale el tópico de que los equipos se harán fuertes en casa. Con pistas sin público, excepto personal de los equipos y de la instalación además de algunos periodistas, el ambiente es muy desangelado. Si a esto le añadimos que el Llista jugará en una pista que no es la suya habitual, con una superficie muy diferente como es el terrazo respecto al parquet al que estaba acostumbrado y que encima ha tenido una preparación muy precaria por las reformas que se han hecho en el pabellón de Bell-lloc, podemos entender en buena parte el porqué de que los hombres de Albert Folguera no se sintiesen cómodos. Eso no quita, como dijo tras el partido el propio entrenador leridano, que el equipo debe mejorar mucho porque mimbres hay para hacerlo.

El partido comenzó bien para el Llista y muy pronto, a los 4 minutos, Andreu Tomàs transformaba un penalti que ponía por delante a los locales. La ventaja fue apenas un espejismo porque otro penalti solo un minuto después, esta vez a favor de los tarraconenses, devolvía la igualdad en el marcador (1-1).

El juego, como el resultado hasta entonces, era de constante toma y daca. Martí Serra se lucía y demostraba su calidad y el gran futuro que se la augura en un par de intervenciones llenas de reflejos. Y si Serra resolvía atrás, el incombustible Andreu Tomàs lo hacía arriba. Esta vez ponía el 2-1 gracias a una falta directa que, como es habitual en él, fue todo un ejercicio de habilidad. Pero cuando ya agonizaba laprimera mitad era Necchi quien resolvía un barullo para poner el 2-2 con el que se llegaba al descanso.

En la segunda mitad hubo tramos en los que el Vendrell fue mejor y fruto de ello se puso por delante por mediación de Lluís Ferrer (2-3). El Llista, sin tener su mejor día, nunca se rindió y logró empatar gracias a otro veterano, Jepi Selva. Hubo ocasiones para ambos equipos hasta el final pero el 3-3 fue inamovible.

bell-lloc

El técnico del Lleida Llista Albert Folguera dijo tras el partido que “por mucha pretemporada que hagas, venimos de mucho tiempo sin competir y se ha notado. Era el primer partido ante un rival que acaba de subir y que no tiene nada que perder, que ha arriesgado y ha presionado muchísimo y nos ha hecho ir a su ritmo”.

Folguera se mostró crítico con los suyos. “Nos ha faltado fluidez, hemos dado pases demasiado cortos y precipitados, y hemos estado un poco desdibujados. No obstante, era el primer partido y tenemos que apretar los dientes y seguir”.

Reconoció que “hubo momentos en que nos sacaron del partido y no entendimos la forma de pitar de la pretemporada a esta de la primera jornada de Liga. En doce minutos ya llevábamos 14 faltas a favor y en toda la segunda parte solo la mitad. Ellos han seguido agresivos y no lo hemos gestionado bien”.