POLIDEPORTIVO CORONAVIRUS
El deporte amateur, tocado de muerte
La decisión de cerrar las instalaciones a las 21.00 impide entrenar a los equipos no profesionales || Reclaman equiparar el sector a la cultura y cerrar a las 22.00
El Club Bàsquet Pardinyes, que se entrenaba por la noche, lo pudo hacer ayer ya por la tarde.
El toque de queda que entró en vigor este domingo y que obliga a estar en casa a partir de las diez la noche y a cerrrar todas las instalaciones deportivas una hora antes, a las 21.00, deja al deporte amateur “tocado de muerte”, como apuntó ayer Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya. Y es que suprimir la práctica deportiva entre las nueve y las doce de la noche supone asestar un golpe casi definitivo a un colectivo, mayoritario en Catalunya, que compagina su trabajo laboral con el deporte y que solo puede entrenar a altas horas de la noche. “El toque de queda es desastroso, yo le digo el toque de muerte”, apuntó Esteva, que denunció un agravio con respecto a otras comunidades que han decretado un cierre más permisivo.
En este sentido, el secretario general del Deporte de la Generalitat, Gerard Figueras, también fue muy crítico con la medida restrictiva y ha pedido al Procicat que, como mínimo, el horario del confinamiento nocturno se equipare al de las actividades culturales, es decir, que también acabe a las 22.00. “El mejor antídoto contra la Covid-19 es hacer deporte”, incidió Figueras. “La gente que trabaja no podrá entrenar. Es imposible realizar actividad deportiva. Los escolares tienen una franja de tarde, pero los amateurs no”, lamentó ayer el leridano Ferran Aril, presidente de la Federación Catalana de Baloncesto.
El toque de queda en Lleida provocará un reajuste absoluto de los horarios de entrenamiento en todas las instalaciones deportivas, un quebradero de cabeza para ayuntamientos y clubes. La Paeria decidió ayer anular todas las sesiones preparatorias programadas a excepción de las de los equipos que compiten actualmente, caso del Força Lleida o CB Pardinyes, que ayer ya pudo entrenar a las siete de la tarde en lugar de las 21.30 como era habitual hasta ahora. Hoy está previsto comunicar a los clubes el nuevo organigrama. “Intentaremos reubicar a todos de forma equitativa, pero está claro que todos van a perder horas de entrenamiento, no hay más remedio”, dijo su concejal de Deportes, Sergio González.
En otras poblaciones ocurre lo mismo. En Alpicat, con equipos en categoría estatal de hockey y baloncesto y que entrenaban a partir de las diez de la noche, lo deberán hacer por la tarde, con el agravante de que algunos de sus jugadores no podrán asistir al estar trabajando. Otros, como el Llista, tienen jugadores de fuera de la provincia, por lo que tendrá que comenzar antes a entrenar para que les dé tiempo de regresar a casa antes del toque de queda.
Tres de cada diez trabajadores se quedarán sin empleo
El secretario general del Deporte, Gerard Figueras, también ha solicitado al Procicat que se defina con la máxima urgencia sobre si las competiciones deportivas ya podrán reanudar su actividad a partir de este próximo fin de semana, después de cumplir la prohibición de hacer ninguna competición deportiva en Catalunya durante 15 días, excepto las profesionales, las estatales y las internacionales. Foment del Treball, por su parte, reclamó ayer ayudas directas para el sector deportivo y presentó un plan de rescate para el deporte catalán que propone ayudas. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, dijo que hacen falta cincuenta mil millones adicionales para las empresas españolas y una parte tiene que ir al sector deportivo, que cifró en unos mil millones. La presidenta de Indescat, Anna Pruna, fue muy contundente al abordar la situación del deporte en Catalunya. “El impacto es devastador”, dijo, y explicó que tres de cada diez trabajadores del sector se quedarán sin trabajo. También apuntó que se tardará mucho en recuperar las pérdidas y que “iremos 20 años atrás, será la muerte de clubes y empresas”, vaticinó.
