La Regional se planta

Dieciséis de los 20 equipos leridanos que componen el Grupo 5 de Segunda Catalana, entre los subgrupos A y B, han firmado un comunicado, que enviaron ayer tanto a la Federación Catalana de Fútbol como a la subdelegación territorial de Lleida, en el que exponen su negativa a jugar en las actuales condiciones. Alegan, principalmente, que debido al toque de queda no pueden entrenar por la noche como es habitual en estos equipos que son amateurs, con jugadores que se ejercitan tras acabar su jornada laboral, y también que sin público en los partidos no pueden sobrevivir económicamente, ya que supone su principal fuente de ingresos. No se han adherido Lleida B, Balaguer, Alpicat y Balàfia.

Argumentan su “negativa a reiniciar la competición” en cuatro puntos: Las limitaciones horarias del toque de queda dificultan en gran medida poder entrenar; la situación de pandemia y alarma sanitaria pone en peligro la salud de las personas vinculadas con la actividad; la hipótesis de jugar sin público hace perder todo el sentido en esta categoría donde los socios y aficionados son la base del club; la no presencia de público en los campos hace insostenibles económicamente a los clubes.

El subdelegado territorial Josep Maria Espasa reaccionó diciendo que “vamos a esperar que dice el Procicat (hoy volverá a reunirse). Cumpliremos la normativa y expresamos nuestro respeto hacia los clubes”.

Por otra parte, los clubes de Primera Catalana, que piden un nuevo plan para la Liga y volver a jugar en enero, se reunirán otra vez hoy telemáticamente.