ESNOTICIA
Un parón lesivo para el deporte
Está herido económicamente y con un calendario casi imposible de cumplir || Alertan de que en la base hay riesgo de malos hábitos y hasta depresión
L
a pandemia sigue causando estragos en el deporte, sobre todo en el no profesional y el de base.
“Competir es lo que da vida a un club. Sin competición, este circo no tiene sentido”, asegura Xavier Batalla
“Cuando pierdes el control sobre lo que puedes hacer entras en un estado de desánimo y depresión”
“Estamos más seguros en un pabellón que cuando los niños van a calles y plazas”, dice Vanesa Ortega
as nuevas medidas que decretó el pasado 30 de octubre la Generalitat para frenar la segunda ola del coronavirus, que i
n
cluyen el cierre obligatorio d
e
las instalaciones deportivas –
e
xcepto centros de alto rendimiento y tecnificación– y los g
i
mnasios, así como la suspensión de las actividades deportivas no profesionales durante un p
riodo de quince días, en una segunda prórroga consecutiva de la anterior suspensión, están causando un grave perjuicio a los clubes de la provincia y sus deportistas.
En el deporte federado amateur confluyen, además, la falta de público con la ausencia de ingresos y un calendario casi imposible de cumplir en el que, una semana sí y otra también, se suspendieron partidos antes del parón que se han ido acumulando para cuando llegue a reanudarse la competición. Txema Del Rosal, delegado en Lleida de la Federación Catalana de Balonmano (FCH), explica que el obligado parón les ha afectado, como a otras federaciones, “a todo nuestro sistema de competiciones. Si esto se alarga y tiene toda la pinta de hacerlo, será muy difícil recuperar los partidos que no se han jugado y eso nos obligará a replantearnos la competición. Está claro que cuanto más tiempo pase sin jugarse será inviable el tema de los ascensos y descensos”, explica. Y advierte: “Si seguimos parados mucho tiempo será imposible cumplir con el calendario previsto y habrá que montar otro sistema de competición”. Solo en Lleida son 700 jugadores y jugadoras los que se ven afectados. A nivel económico, admite que la situación es más preocupante para los clubes que para las federaciones. “La Catalana ya ha ingresado una parte importante de los cobros por licencias y seguros. Para los clubes, si esto se alarga, será un problema, aunque también es verdad que se reducirán los gastos”, señala.
Vanesa Ortega, presidenta del Balàfia Vòlei, es rotunda al afirmar que “el parón compromete la viabilidad de los clubes de deportes minoritarios y de los clubes amateurs, que somos el 95% del total”. Su experiencia es extrapolable a la inmensa mayoría de clubes amateurs y de base. “Ni entrenamos ni competimos y vivimos de las cuotas de los padres. En cualquier caso, mientras dure el parón solo cobramos una cuota de mantenimiento para cubrir los gastos mínimos que tiene el club. Los federados, que pagan 90 euros cada mes, ahora pagan 25 y los escolares, que pagan 30, ahora solo pagan 10 euros”. Sobre las restricciones decretadas por la Generalitat, Ortega entiende “que se paren las competiciones, pero no los entrenamientos. Estamos más seguros en un pabellón, donde se cumplen todos los protocolos sanitarios, que cuando los niños salen de los colegios y estamos en calles y plazas. El deporte es salud”, remarca.
El fútbol, el deporte de equipo con mayor número de licencias, está siendo uno de los más golpeados por las restricciones a causa de la pandemia. Xavier Batalla, presidente del Atlètic Lleida y uno de los seis clubes leridanos que compiten esta temporada en Primera Catalana pone énfasis en que “no poder competir es un problema grave para nosotros, porque es lo que da vida al club. Sin abonados, sin patrocinadores, sin taquillas no vamos a cumplir con las expectativas”. En este sentido, destaca que “vivimos de lo que hacemos el día de partido, con el bar, las rifas, las taquillas… Si no compites pierdes esos ingresos. Aparte de que, por ejemplo, en los pueblos, hay mucha pasión por el fútbol y su equipo es una motivación. Sin competir, todo este circo no tiene sentido”, explica.
Tampoco le ve sentido jugar a puerta cerrada. “Entiendo que en Primera o Segunda lo hagan, porque tienen los ingresos por televisión. Pero, ¿en el fútbol amateur?”, se cuestiona. También se muestra partidario de que la competición se pare hasta enero. “Si ahora nos dicen que el día 13 de este mes ya se puede jugar, ¿qué hacemos? ¿jugamos sin haber entrenado durante dos semanas? En estas condiciones nos vamos a diciembre y después, estemos como estemos, llega el parón de Navidad. Por eso creemos que era mejor esperar a enero y plantear otro sistema de competición”, se lamenta.
A los problemas del deporte amateur se le suman en el de base que se trata de niños y adolescentes en los que la práctica deportiva es muy importante en su proceso educativo, tal como apunta Àlex Gordillo, profesor del Inefc Lleida y psicólogo deportivo. “Está claro que la actividad deportiva es muy educativa porque se trabajan el cuerpo, la salud y las emociones. Estamos perdiendo un vehículo educativo muy importante”. Y va más allá asegurando que “estamos en una situación de indefensión porque pierdes el control sobre lo que puedes o te dejan hacer y entras en un estado de desánimo y depresión”. Gordillo hace un símil de esta paralización de la actividad deportiva con una lesión. “Si se alarga este parón estamos perdiendo un tiempo muy importante. Es como una lesión. Tú puedes hacer otras cosas si no puedes entrenar, pero pierdes ese vínculo”.
Enric Barri, uno de los coordinadores del Atlètic Segre de fútbol base y psicopedagogo, alerta sobre las consecuencias que puede tener el parón deportivo entre los niños y los jóvenes. “El deporte es una fuente de bienestar físico y emocionalmente es un potenciador de las relaciones personales y nos lo estamos cargando. Si los chavales no hacen deporte caerán en malos hábitos como la televisión, los videouegos o el móvil. Y perderán también esa rutina que pone orden en ciertos aspectos de su vida. Existe el riesgo de que puedan caer en depresiones, ansiedad, pasotismo o pereza”.
Salvador Porras, entrenador de atletismo de élite y profesor de Secundaria, que además dirige actividades deportivas extraescolares, asegura, por experiencia propia, que “veo a los chavales más nerviosos de lo normal. Sin deporte les baja la capacidad de concentración y les falta esa vía de escape para canalizar toda su energía. De ahí a caer en malos hábitos solo hay un paso. Me preocupan, sobre todo, los adolescentes porque si dejan la práctica deportiva, muchos ya no volverán a ella. Y antiguamente se jugaba más en la calle. Todo eso se ha perdido y hay más sedentarismo”.