POLIDEPORTIVO REPORTAJE
Andorra, imán del deporte
El entrenamiento en altura, la posibilidad de ejercitarse en espacios naturales y las ventajas fiscales que ofrece el vecino país atrae especialmente a pilotos de motos y ciclistas || Nueve de los 22 pilotos de la parrilla de MotoGP de esta temporada tienen fijada su residencia en el Principat
El pasado día 8, en el Gran Premio de Europa de MotoGP, que se disputó en el circuito de Cheste, las tres primeras posiciones del podio fueron para el mallorquín Joan Mir y los barceloneses Àlex Rins y Pol Espargaró. Otro triplete español para la historia del Mundial de motociclismo, como suele destacarse en estos casos. Aunque en esta ocasión también podría haberse titulado “triplete andorrano”, ya que los tres pilotos mencionados tienen su residencia fiscal en Andorra, igual que decenas de deportistas de élite.
La ventaja de poder entrenar en un entorno adecuado, trabajar en altura y la tranquilidad para poder desarrollar su actividad son algunos alicientes que encuentran estos deportistas en fijar su residencia en tierras andorranas, pero tampoco pueden olvidarse las benignas condiciones fiscales que el país ofrece. Sin embargo, Andorra defiende que no solo es el atractivo fiscal lo que valoran. Los pilotos, por ejemplo, tienen a su disposición el Circuit del Pas de la Casa, situado a 2.400 metros de altura, mientras que los ciclistas pueden entrenar en 21 puertos de montaña, muchos de ellos habituales en el Tour de Francia o en la Vuelta a España. Es de sobras conocido que es mejor hacer las pretemporadas en altura y, sin duda, Andorra la tiene.
El impuesto similar al IVA español es del 4’5%, el más bajo de Europa, y el IRPF llega a un máximo del 10%
Hay que resaltar que el pequeño país de los Pirineos salió de la lista negra de paraísos fiscales de la Unión Europea en 2017. Esta ya no considera al Principat un régimen fiscalmente opaco ni pernicioso para el resto de países. Pero sería ingenuo ignorar las ventajas ficales que encuentran las grandes fortunas o, los deportistas de élite, que en Andorra pagan menos impuestos.
El Principat tiene firmados convenios con otros países para evitar la doble imposición (CDI), es decir, para evitar que aquellas personas que residen de forma alterna en dos países diferentes tengan que grabar de forma doble una misma renta. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Andorra es como máximo del 10%, cifra muy inferior a la de otros países europeos, como sería el caso de España que, en el tramo más bajo ya supone un 19% para ingresos superiores a los 12.540 euros y que llega al 47% para ingresos superiores a los 300.000 euros anuales. Además, el IGI, que sería el equivalente al IVA, es el más bajo de Europa, un 4’5%.
La suma de todas estas ventajas ha supuesto un goteo de deportistas que han recalado en Andorra. En el caso del motociclismo, en MotoGP, además de Joan Mir, Àlex Rins y Pol Espargaró, tienen su residencia en Andorra Jack Miller, Maverick Viñales, Fabio Quartararo, Aleix Espargaró, Tito Rabat e Iker Lecuona, según datos del Diari d’Andorra. Son 9 de los 22 pilotos de MotoGP. Pero también son “andorranos” Jorge Martín, de Moto2 y Albert Arenas y John McPhee, de Moto3. Pilotos y expilotos de diferentes modalidades, como Toni Bou, Cyril Despres, Joan Barreda, Randy de Puniet, Héctor Barberá o el piloto de rallies, Dani Sordo. En el caso del ciclismo son alrededor de 80 los que tienen fijada su residencia en Andorra, como es el caso de Adam y Simon Yates, Esteban Chaves (Mitcelton-Scott), Enric Mas, Marc Soler, JJ Rojas, Imanol Erviti, Carlos Verona (Movistar), Julien Alaphilippe (Deceuninck- Quick-Step), Ivan García Cortina (Bahrain), Daniel Felipe Martínez y Hugh Carthy (Education First), Robert Gesink y George Bennet (Jumbo Visma), Dan Martin (Israel), Tao Geoghegan Hart, Iván Sosa, Sebastián Henao, Pavel Sivakov, Jonathan Castroviejo, Rohan Dennis (Ineos) y Luis León Sánchez (Astana).
Àlex Rins, en una entrevista al diario El Mundo en junio de 2019, se defendía de las críticas: “Bantante gente nos critica, no les parece bien que vivamos en Andorra, porque piensan que es solo por el dinero, que se paga mucho menos a Hacienda. Pero en mi caso no es solo por eso. Yo estoy en Andorra porque me gusta. Me gusta la montaña, entreno allí en altura y, además, mi novia es de allí”. Y añadía que “si no fuera piloto de MotoGP posiblemente viviría en Andorra igual porque me siento acogido”.
Andorra se ha convertido en una residencia de deportistas. Opción, sin duda, legal y respetable, pero al mismo tiempo insolidaria fiscalmente con el resto de ciudadanos que sostienen con sus nóminas todo el gasto social del estado español.