DEPORTES
El Barça, con un once con muchas novedades, pasa por encima del Dinamo en la segunda mitad para recuperar sensaciones
El Barça, con un once con muchas novedades, pasa por encima del Dinamo en la segunda mitad para recuperar sensaciones || Marcaron Griezmann, Dest y Braithwaite, en dos ocasiones, y debutaron Mingueza, que hizo de Piqué, Matheus Fernandes y Konrad
La Liga de Campeones, donde hace tres meses, en Lisboa, firmó probablemente el episodio más negro de su historia (2-8 ante el Bayern Múnich), se ha convertido curiosamente en el oasis particular del Barcelona en esta travesía por el desierto que está siendo el arranque de la nueva temporada. Ayer en Ucrania, su segunda unidad goleó al Dinamo de Kiev (0-4) para encadenar la cuarta victoria en la competición y certificar su pase a los octavos de final. Y es que, en Europa, las penas son menos penas para los azulgranas.
Con Piqué, Sergio Busquets y Ansu Fati lesionados, con Messi y De Jong descansando en Barcelona, y Griezmann, Jordi Alba y Dembélé arrancando desde el banquillo, Koeman puso sobre el césped del NSK Olimpiyskiy de Kiev un once prácticamente irreconocible en el que destacaba la presencia del central del filial Óscar Mingueza. El 9 de 9 en la ‘Champions’ daba al preparador neerlandés la coartada perfecta para sacar a un buen puñado de jóvenes futbolistas de refresco pensando en lo que se le viene encima a un equipo que no está para muchos excesos.
Sin Messi ni De Jong, Koeman dejó a Griezmann en el banquillo y Dembélé ni tan solo llegó a jugar
Un Dinamo mermado por la Covid dio, pese a la derrota, una muy buena imagen en el Camp Nou hace pocos días y el Barça, que estaba avisado, empezó metido en el partido. Bien posicionado atrás y dominador del juego, el conjunto azulgrana marcó el ritmo desde el inicio, aunque sin alardes ni ocasiones claras de gol. De hecho, fue el cuadro ucraniano el que avisó primero a los veinte minutos, en un remate mordido de De Pena, tras un barullo dentro del área visitante que Ter Stegen atajó sin problemas. El Barcelona replicó con sendos disparos desde la frontal de Countinho y Trincao. La rosca del brasileño no encontraba puerta y el intento del portugués llegaba demasiado centrado a los dominios de Bushchan.
Le sobraba actitud al Barça pero le faltaba calidad para resolver en los metros finales, y el Dinamo, sin descomponerse, rondó el gol en la última jugada antes del descanso, de nuevo por mediación del uruguayo De Pena, esta vez con un centro-chut que desviaba Ter Stegen.
Salió el equipo local algo más animoso tras la reanudación, pero se encontró muy pronto con el 0-1, que definió Dest de tiro cruzado tras entrar por el carril derecho y aprovechar una conducción fallida de Braithwaite, en una acción que inició un activo Pedri. El propio danés haría el 0-2 cinco minutos después, al rematar un córner botado por Aleñá y que Mingueza prolongó cabeceando el balón al segundo palo para que lo cazara el ayer delantero centro azulgrana.
Entre el 0-1 y el 0-2 tuvo el Dinamo la opción de cambiar el guion del partido con una contra que desperdició nuevamente De Pena. El lanzamiento se fue al limbo y con él, las posibilidades del equipo de Lucescu, que agachó la cabeza cuando encajó el segundo a los pocos minutos. Quedaba todavía casi media hora de partido, el Barça ya estaba clasificado para los octavos de final, el Dinamo fuera y Ronald Koeman decidió que era el momento de mover el banquillo. Así llegó el debut en la Champions de Riqui Puig y del estadounidense Konrad, y el estreno como azulgrana de Matheus Fernández.
Braithwaite no solo marcó el segundo sino que también provocó el tercero que acabó convirtiendo desde los once metros, una pena máxima que le cedió un Griezmann que ya estaba en el campo. El ex del Leganés lo lanzó ajustado y transformó su doblete, confirmó la victoria en la capital ucrania y sentenció el billete a los octavos de final a falta de dos jornadas para el final de la primera fase. Pero no terminó ahí la fiesta blaugrana pues Griezmann encontró el premio a su generosidad con un zapatazo en el tiempo de descuento que redondeó la noche de un Barça que salió más que aliviado.