FÚTBOL INSTALACIONES
El bar de la discordia
El bar que hay en el Municipal del Gardeny ha sido el nuevo motivo de discordia entre este club y el Lleida Esportiu, que siguen sin firmar con la Paeria el convenio para compartir la instalación. El pasado sábado, el árbitro que debía dirigir el encuentro del Juvenil A de División de Honor ante el Cerdanyola, se negó a empezar el partido porque había público, cuando era a puerta cerrada y el bar estaba abierto, cuando en categoría estatal está prohibido, tal como insistía el Lleida, que exigió su cierre. Con el bar cerrado y sin público se pudo empezar a jugar.
Sergio González, concejal de Deportes de Lleida, explicó ayer que el Lleida tenía razón, porque “en un partido del Lleida deciden ellos”, pero afirmó que la instalación no tiene licencia de bar. “En Gardeny no consta que haya un bar, sí consta un local social”, aunque reconoció que, desde la Paeria, se trasladó un comunicado conjunto a todos los clubes autorizando a abrir los bares “con un 30% de aforo dentro y el 50% fuera, como cualquier otro bar. Pensamos que tienen derecho a vivir”, explicó. “No se si dan consumiciones o no”, añadió. “Se les ha enviado una comunicación y estamos encima”.
El Concejal de Deportes dice que el Lleida es quien toma las decisiones cuando juegan sus equipos
Àngel Castro, presidente del Gardeny, se mostró sorprendido porque “estuvo hace un mes aquí y lo vio. Además, hace 40 años que hay un cartel que pone ‘bar’. Si hay que cerrarlo que nos lo digan, pero la Paeria nos comunicó que podíamos abrir con las restricciones de hostelería”. Castro añade que “no hacen comidas como en otros bares, sirven cuatro cafés y cinco refrescos y el dinero que genera el bar sirve para sufragar los gastos de mantenimiento y limpieza de la instalación”.
Se quejó de que el Lleida, “que usa la instalación en un 90%, no paga nada de esos gastos”. Exige “que se firme de una vez el convenio” y lamentó que “estamos desamparados. Sobrevivimos como podemos”. Sobre el incidente del sábado dijo: “No sabíamos que no podía estar abierto. Fue un malentendido”.