DEPORTES
Enésimo desastre del Barça
El Barça encaja otra goleada, esta vez en el Camp Nou, donde no perdía en Europa desde el 2013, y cede el primer puesto del grupo por primera vez en trece años || Dos goles en 20 minutos, el primero en un penalti inexistente, hunden a un equipo sin identidad
El Barça no entrará como cabeza de serie en el bombo de octavos de final por primera vez en los últimos trece años, después de encajar ayer una severa goleada ante el Juventus (0-3) en el Camp Nou, donde no perdía en competición europea desde que lo hizo ante el Bayern de Múnic en 2013. De esta manera, los azulgranas, sin identidad y con una defensa endeble, rompen una racha de imbatibilidad que ha durado 38 partidos, con 34 victorias y 4 empates.
Debía ganar, empatar o perder por menos de tres goles. El Barça, este Barça aciago que regaló el triunfo al Cádiz con dos errores mayúsculos en el Carranza, volvió a estar mal atrás y entregó el liderato a una ‘Juve’ que, con dos penaltis anotados por Cristiano Ronaldo, el primero de ellos inexistente y el segundo regalado por Lenglet, y un golazo de McKennie de volea, sonrojó al Barça, que volvió a hacer el ridídulo en otro partido para olvidar.
Leo Messi fue el único que lo intentó hasta el último segundo, pero continúa negado ante el gol
El equipo, que le bastaba incluso con perder por 0-2 para ser primero, salió sin tensión y lo pago carísimo
El Barça tardó media hora en comparecer en el partido y lo pagó caro. En un encuentro de duelos, el clásico de Messi y Cristiano Ronaldo; de excompañeros (De Jong y De Ligt) y de jugadores con camisetas intercambiadas en verano (Pjanic-Arthur); los azulgranas siguen caminando por el alambre, ahora también en Europa. El Barcelona se desangró. Sin alma, sin ideas y sin un plan, el equipo de Ronald Koeman parecía tener aún la cabeza en Cádiz, donde vivió su último batacazo, y le daba igual el cambio de escenario, de once o de competición.
Puso Koeman a Araujo por Mingueza, a Pjanic por Busquets, dejó fuera a Coutinho y a Braithwaite y le dio galones a los jóvenes Pedri y Trincao. Pero nada cambió, Griezmann volvió a su versión gris y el Juventus tuvo claro que el escenario era ideal para sacar algo positivo y, si se terciaba, darle la vuelta a la situación y acabar primero del grupo, como así ocurrió.
Y además, las circunstancias no ayudaron a los barcelonistas, después de dos tímidos avisos (Cristiano y Danilo), una jugada entre Araujo y Cristiano dentro del área acabó en penalti, ante el estupor del uruguayo y la incredulidad de todos sus compañeros, ya que una carga la transformaba el árbitro en un penalti que Cristiano no desaprovecharían. Sin tiempo para reaccionar, el Juventus se sintió cada vez más cómodo, cada vez con un fútbol más fluido ante un temeroso Barça. Después de una jugada coral, Weston McKennie remató solo ante Ter Stegen para marcar el segundo. Solo habían pasado 20 minutos.
El 0-2 sirvió para que los de Koeman espabilaran. Tuvieron más el balón y llegaron más a la meta de Buffon, sobre todo porque Messi decidió tirar de orgullo y tomar las riendas de la situación. El argentino lideró y fue el que tuvo las mejores ocasiones para los suyos, primero después de un remate que salvó el meta (min. 22) y después en una acción que le sirvió Alba (min.36). Reaccionaron los de Koeman, porque peor no podían estar. El control era del Barça, pero a los piamonteses les iba bien la situación porque tenían más opciones y mucho campo por delante para Morata y Cristiano.
Prácticamente en la última jugada del primer tiempo, Messi remató en una jugada en la que Ramsey derribó al argentino y que mereció una revisión del VAR, pero que acabó en nada. Se fue Koeman al vestuario cariacontecido, sin saber muy bien qué hacer. No aprendió el Barça de sus errores y salió al segundo tiempo de nuevo destensado. Protagonizó Messi un tímido intento (min.47), pero otro penalti transformado por Cristiano Ronaldo, esta vez después de una mano inocente de Lenglet que precisó de la revisión por parte del VAR, supuso el 0-3 (min. 52) y el principio del fin, porque este resultado le daba la primera plaza del grupo a los juventinos.
Pero el Barça, poco acostumbrado a ello, tiró de genio. Necesitaba dos goles y quedaba mucho tiempo y lo intentó, en parte porque el equipo de Pirlo le invitó a ello. El problema es que su fútbol no da para más. Ni con Braithwaite ni con Riqui Puig, nada cambió, pese a los intentos de Leo Messi. Incluso el Juventus pudo aumentar su ventaja –a Bonucci le anularon un gol por fuera de juego en el 75–. Al final, los barcelonistas serán segundos y necesitan recuperarse, porque se ha demostrado que Europa ya no es su refugio, después de haber ganado los cinco primeros partidos.