LOS DETALLES
Tres puntos de oro y sufriendo
El técnico del Lleida Llista Albert Folguera destacaba la importancia de la victoria por la valía del rival y por el sufrimiento que comportó obtenerla. “Ha costado ganar, pero no era nada que no previéramos. Teníamos muy claro que cuesta mucho doblegar al Voltregà. Es un equipo muy batallador, que está en un buen momento y lo demuestra que venían de ganar al Reus por 6-0 y esto no lo hace cualquiera”, dijo el técnico listado.
Folguera explicó que “hemos comenzado muy bien en los primeros diez minutos, pero el partido no se ha decidido hasta el final con cinco jugadores de ellos contra cuatro nuestros defendiendo como leones y para mí estos tres puntos son puntazos. Tienen un mérito brutal”, consideró.
Inistió en que “era un partido complicadísimo. Teníamos la obligación de ganar. El partido habrá sido más o menos vistoso, habrá gustado más o menos pero el triunfo es de un valor impresionante”. Y destacó como una de las claves del partido que “con el Voltregà es importante ponerte por delante en el marcador. Lástima que al final hemos tenido varios contragolpes para sentenciar y no lo hemos podido hacer”. Sobre la temporada, Folguera dijo que “tenemos medio trabajo hecho. Si se acabara ahora la Liga, creo que para la Copa del Rey si se disputa ya estamos y no tendremos problemas para la permanencia”.
El Llista consiguió ayer una de esas victorias que, como reza el tópico, valen su peso en oro. Tres puntos muy valiosos, como reconocería el técnico Albert Folguera tras el partido, porque fueron obtenidos ante un Voltregà que venía de humillar a todo un Reus y que no da tregua a los contrarios. El equipo leridano supo hincarle el diente a su rival en los primeros minutos y, aunque el Voltregà despertó, los de Albert Folguera supieron defender el exiguo 2-1 con el que se llegó al descanso.
El Llista salió a la pista a toque de corneta, moviendo la bola con mucha velocidad y con constante movilidad para sorprender a un Voltregà que tiene una de las defensas más sólidas del campeonato, con mención especial para su guardameta Blai Roca.
Salió tan en tromba el conjunto listado que en el minuto 2 ya había provocado un penalti Andreu Tomàs, que le costó una tarjeta azul a Gerard Teixidó, la estrella del Voltregà que ayer no fue uno de los mejores entre los suyos. Pero el lanzamiento del jugador de Tremp salió alto y perdió la ocasión de inaugurar el marcador. No hubo tiempo para lamentarse. Solo un minuto después Jepi Selva convertía en el 1-0 una falta directa que ejecutó con habilidad y cabeza fría. El Llista quería más ante un Voltregà que parecía aletargado ante lo que le venía encima.
En el minuto 6, en pleno festival local, Joan Cañellas culminaba un eslalon que colocaba en el marcador el 2-0. Y aún habría más ocasiones para el Llista. En el minuto 9, triple remate en una misma jugada entre Di Benedetto, en dos ocasiones, y Andreu Tomàs que el guardameta Blai Roca desbarató dando un recital de recursos.
En el minuto 12, Andreu Tomàs salía de la pista con un corte en el labio tras un golpe que le propinó Molas. El Voltregà empezaba a dar señales de vida, Albert Folguera pedía un tiempo y el lucimiento de los guardametas correspondía ahora al del Llista, Martí Serra.
Entre ocasiones visitantes, sobre todo dos claras de Roger Font y Molas, el Llista dispuso de una falta directa a cargo de Oriol Vives que no logró transformar en gol. El Voltregà respondía con un larguero de Font y a tres minutos para llegar al descanso, el exlistado Marc Palazón reducía distancias celebrando con mucha expresividad su tanto.
Como había vaticinado Albert Folguera en la víspera tocaría sufrir hasta el final. Y así fue. En la segunda mitad, pese a que ya no se movió el marcador, el partido se volvió un toma y daca electrizante. No porque el juego fuera exquisito, pero sí vibrante con cada bola dividida disputada como si fuera la última, con ocasiones de gol en ambas porterías.
El Voltregà avisó con otro larguero nada más reanudarse el juego y, por parte local, Cañellas y Andreu, este por dos veces, perdían la ocasión de poner tranquilidad en el marcador.
Un penalti en el minuto 39 a favor del Llista no pudo ser aprovechado por Jepi Selva y ocho minutos más tarde la oportunidad de una pena máxima le llegaba al Voltregà. Gerard Teixidó, el jugador referente de los de Sant Hipòlit, lanzaba con decisión, pero Martí Serra en otro partido más sensacional, rechazaba la bola.
El partido agonizaba pero la emoción seguía creciendo. El Voltregà mostraba sus dientes afilados en cada acción de ataque, pero el Llista salía en veloces contragolpes dispuesto a dar la puntilla a su incómodo rival. Di Benedetto, en una de esas galopadas, llegó a marcar a un minuto para el final, pero los árbitros dejaron seguir la jugada cuando la bola había impactado en el hierro interior de la portería y era un claro gol. El Voltregà acabó atacando sin portero y con cinco jugadores de pista, pero el Llista resistió.